«Francisco Romero»

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Especial de San Valentín 3/4

Tras tantos años de relación una idea rondaba la cabeza del argentino, quería proponerla matrimonio a su pareja pero quería que fuera en grande, había decidido que sería en un viaje a Londres, ya tenía todo preparado, el anillo los boletos y las maletas de ambos, el vuelo sería a las 7:30 AM y este se encontraba dando vueltas en la cama, nada podia salir mal, volteo su cabeza hacia su izquierda encontrándose con la cara de su novia, se veía tan relajada mientras dormía

Dejo un beso en su mejilla y se levantó de la cama, el reloj en la mesa de noche marcaba el cuarto para las seis, camino con dirección al balcón mientras encendía un cigarrillo, trataba de calmar sus nervios mientras miraba al horizonte, soltó el humo lentamente cuando sintió unas pequeñas manos abrazarse a su cuerpo pegando su rostro contra su espalda, volteo un poco la cabeza encontrando a Ailene, su novia con los ojos cerrados, sonrió al notar la diferencia de estatura, era algo muy evidente, la rubia no media más de 1.45, parecía un niña pequeña a su lado

—¿Que haces fuera de la cama?– cuestionó aún adormilada.

—¿Que haces vos también?— respondió con otra pregunta mientras la pegaba a su pecho.

La chica alzo los hombros en forma de respuesta y el solo se limito darle una última calada al cigarrillo par luego apagarlo, posteriormente a esto ambos volvieron a la cama.

[.....]

Eran las 12 del medio día y ambos se encontraban sentados en el avión, la menor se encontraba leyendo un libro para su novio, el cuál no lograba concentrase mucho en lo que la rubia le decía, solo se limitaba a sentir, ya que en su cabeza estaba repasando cada detalle, quería que todo fuera especial, ella lo merecía, la mano de su novia frente a su cara lo hizo volver a la realidad

—Fran¿Me estabas escuchando?– el asintió repetidas veces.
—Entonces escuchaste cuando te conté que la protagonista se caso con un troll en Nueva Zelanda— el asintió de vuelta y la chica soltó una risa.

En qué momento llegaron al punto de un troll en la historia

—Que mentiroso eres, no estabas prestando atención hadita— reprocho mientras le llamaba con aquel apodo tan raro que ella le tenía.

Ambos soltaron una risa en voz baja, ella le hacía olvidar los nervios fácilmente, una vez habían llegado a su destino el reloj marcaba las 9:54 pm, se dirigieron rápidamente al hotel donde tenían una reservación, moría de hambre y al parecer su acompañante también

—¿Podemos pedir servicio al cuarto?– pregunto con un mojin y el asintió.

—Pedí algo rico para los dos– hablo mientras miraba el celular.

Subieron al piso que se les había indicado mientras hacian chiste malos

—Pitufina— le llamo este y ella lo vio con gracia, ya no sabían quién tenía el apodo más creativo de los dos.
—Queria pedirte algo, pero es re tarde para hacerlo como quería– hablo mientras observa cada una de sus facciones, seguir esperando para pedirle matrimonio lo iba a matar en cualquier segundo.

Ella le vio con una sonrisa hermosa, achinando sus lindos ojos verdes, tal vez no era de la forma que había planeado pero estaba seguro de pedirle matrimonio en ese momento, se adentraron en la habitación, la chica observaba todo con alegría, volvió su vista hacia su novio el cuál se encontraba hincado, le dió una sonrisa antes de comenzar.

—Lin– hablo con nerviosismo.
—Sos lo mejor que tengo, no sabes lo agradecido que me siento por tenerte acá conmigo, quiero pasar mi vida entera junto a vos— la chica le observaba con nerviosismo, este saco lentamente una cajita de terciopelo color vino.
—¿Querés casarte conmigo?– pregunto sintiendo su corazón desbocado, ella estaba observando con lágrimas en los ojos, el mayor se levantó lentamente del suelo mientras mantenía la pequeña cajita abierta

Pasaron algunos segundos hasta que la menor corrió hacía el abrazándolo como un koala, enterró su cara en su pecho, ninguno decía nada, se limitaron a mantenerse en silencio por algunos minutos, hasta que luego de un rato la chica hablo

—Fran, nos casamos mañana mismo si quieres —El antes mencionado la tomo por las cadera haciendo que envolviera sus piernas en su cintura para luego comenzar a dar vueltas, estás eufórico en es instante

Luego de frenar se acercó lentamente a sus labios creando un compás lento entre ambos, por fin luego de 9 años de relación ya podía decir que era su prometida y próximamente, su esposa

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Bueno, este es el tercero

¿Opiniones?

El último será de kuku, alguna idea?

Aleix 🩰

𝐎.𝐒 «𝐂𝐚𝐬𝐭 𝐝𝐞 𝐋𝐒𝐃𝐋𝐍»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora