«Blas Polidori»

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•La bailarina•

Lucía:

El baile es un asco, corrección, yo soy un asco, tenía semanas ensayando una coreografía, en un par de días tendría una presentación y mis pies no parecían querer colaborar

Grito frustrada por, no lo sé ¿Quinta vez? A este paso acabaría por romperme ambos tobillos, la mandíbula y de paso hasta una costilla, suspiro exasperada y repito nuevamente los pasos, tratando de seguir el ritmo de la música, y de vuelta estaba a destiempo, tenía alrededor de cuatro horas en el teatro sola, y daba gracias al cielo por ello, reinicio la canción por décima vez en menos de una hora, necesito que todo salga perfecto pero por cómo van las cosas estoy comenzando a dudarlo

Repito cada uno de los pasos con mucha cautela, y al parecer está vez si funcionan mis esfuerzos, pero como nada puede salirme bien al dar el salto final caigo de cara contra el suelo

Me levanté rápidamente ya acostumbrada a caer de está manera, luego de que nada me saliera bien las últimas cuatro semanas, sigo intentando como anteriores veces pero una voz llega rápidamente a mis oídos, volteo hacia la puerta y observó a Blas recostado en ella con una media sonrisa

—No debés buscar siempre la excelencia, te harás daño – sonaba preocupado.

Doy un asentimiento mientras me coloco en el suelo para calmar mi respiración, el se acerca a pasos vagos y sonrió por inercia

—Sabes que necesito ganar esa competencia, lo eh hecho durante siete años seguidos — explique y el solo observó atento, llámenme caprichosa pero no podía perder un campeonato.

El lugar se cierne en silencio, a excepción de mi parlante que sigue repitiendo la misma canción que venia repitiendo desde hace unas cuantas horas atrás, observó lentamente hacia arriba y lo noto suspirar, podría darle un beso si me sigue mirando con esa expresión, siempre solía ser tan sobreprotector y lindo conmigo, incluso cuando no me soporto ni yo misma

—A ver, debe de fallar algo— murmura mientras se sostiene la barbilla, pensando.
—Mostrame la coreo y vemos, ¿Te parece?

A estas alturas estoy dispuesta a todo, vuelvo desde el comienzo mostrando cada paso de manera meticulosa, hasta llegar al final, dónde nuevamente caigo

—Siempre es aquí —murmuro frustrada y el asiente, una sonrisa aparece en su rostro, al parecer ya tenía una idea.

—Cambia el salto del final, ese es tu problema— asegura y asiento de manera lenta

Intento probar con un giro, y lo logro con total éxito, rápidamente bajo del escenario corriendo hacia el, de un pequeño salto me enganchó a su cuello haciéndolo reir para luego tomar mis muslos para así darme un soporte

—Eres mi héroe —murmuro mientras le lleno la cara de besos, terminando con un piquito.
—Te amo flaco.

El mayor solo sonríe, y me abraza más a su cuerpo, aprovecho de descansar mi cabeza sobre su hombro y suspiro, decir que no estaba adolorida sería una falacia

—Ganaras esa competencia, ya lo verás — murmura en mi oído y solo sonrió a su dirección.

[...]
L

uego de un rato nos devolvimos a casa, mis pies dolían, las zapatillas me estaban matando, tenía un par de moretones gracias a mis constantemente encuentros con el suelo y uno de mis tobillos estaba ligeramente inflamado, nada que con hielo y un desinflamante no solucionaran, caminó en silencio observando el largo pasillo que da hasta el baño, la puerta detrás de mi es cerrada y seguido a eso escuchó la voz de Blas

—Ve a darte un baño, te prepararé de comer y después podemos ver películas¿Que dices?

Asentí con una sonrisa, no podía negarme a nada cuando era tan atento conmigo, el más alto dejo en beso en mi cabeza y seguido a esto fui hasta el baño, luego de unos minutos allí dentro caminé rumbo a la habitación, encontrando una sudadera de mi novio sobre la cama y mi respectiva ropa interior, me visto rápidamente para luego meterme a la cama, suspiro con alivio al sentir lo réconfortante que esto se sentía

Siempre que estaba cerca de finales hacia lo mismo, desaparecía por horas de casa por estar ensayando rigurosamente, y siempre estaba blas para mí, constantemente me sentía como una pequeña niña cada que el estaba cerca, me hacía sentir segura pero sobre todo amada

Un toque en la puerta me hace volver a la realidad, respondo con un simple “adelante” seguido de mi amado novio con una bandeja con comida, con pasos firmes se acercó a la cama para posteriormente hacerme entrega de mi comida

—Provecho, reina– sonreí a su dirección y para luego dar una probada a la sopa.

La verdad no era muy fan de ella, pero se notaba el empeño que este había puesto en ella, y para que mentir, estaba exquisito

—Esto es la gloria, eres un lindo– comento y el más alto se sonroja un poco.

—¿Me pasas tus pies?— pregunta y lo miro extrañada
—Te haré un masaje, Lu no me los robaré – ambos reímos ante eso

Terminó de comer mientras siento sus manos aún en mis pies, suspiro con satisfacción, sin duda alguna era el mejor en eso, una risilla ronca escapó de sus labios cuando vuelvo a suspirar, haciendo algo de eco en la habitación, sus manos se detienen mientras habla

—Si no bajas la voz los vecinos creerán que estamos haciendo otra cosa Lu– hablá con algo de vergüenza

Suelto una risa ante eso ¿Que tendría de malo que pensaran eso?

—Vale, ahora ven junto a mi, necesito muchos mimos flaco— lo veo quitar su camisa de manera rápida y comienzo a silbar para molestarlo un poco.
—Sexi– murmuro mientras recuesto mi cabeza en su pecho.

—Vos lo sos— responde con total calma, mientras sus dedos juegan con mi cabello.

Cierro los ojos de a poco para disfrutar de sus caricias, estaba todo tan tranquilo y era muy lindo estar así, ambos en la cama pasando un rato agradable, era algo que hacía un tiempo no hacíamos muy a menudo, ya que ambos teníamos obligaciones por separado

—Perdón por descuidarte, no eh tenido más cabeza que para la competencia — me disculpé y lo miré a los ojos, amaba hacerlo.

—Todo bien, no tenés que disculparte por hacer lo que amas – dijo mientras seguía con sus mimos.
—Igual no te eh dado mucha atención tampoco— comento y negué, apresar de las constantes obligaciones que tenía no me había dejado de lado en ningún momento

A diferencia de mi, hacía semanas que no lo veía por estar metida de cabeza en el baile

—Me has dado demasiada atención, flaco, ya parezco una nena pequeña— bromeé y el sonrió

Nunca había desviado su atención de mi, constantemente me llamaba, mandaba mensajes y obsequios cuando no estaba en casa, decir que me tenía como una reina era poco, y estaba feliz por ello, ahora era el momento en el que yo devolviera cada gesto lindo que había tenido conmigo,porque él lo merecía todo, y daría todo de mí para que fuera tan feliz como yo lo era a su lado

🍒

Bueno gente, Hola, haré mini maratón

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Besitos

Aleix 🩰

𝐎.𝐒 «𝐂𝐚𝐬𝐭 𝐝𝐞 𝐋𝐒𝐃𝐋𝐍»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora