Un príncipe para Edwina [Bridgerton]

14. Descubrimientos

"¿No es simplemente maravilloso el descubrimiento de que no todo es como creíamos?"

REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN,

14 de mayo de 1815

     El primero en perder fue Lord Middlethorpe, el incidente ocurrió en el preciso instante en que la señorita Eloise Bridgerton se aproximaba sigilosamente por detrás de él. A pesar de fanfarronear sobre su vasta fortuna y su elevado estatus social; sus tres majestuosas residencias, sus diez caballos pura sangre y su pintoresco estanque privado poblado de peces exóticos, nada de eso pudo rescatarlo de la profunda vergüenza de perder su enfoque en un instante tan crucial.

La expresión de Colin estaba impregnada de diversión, aunque intentó disimularla bajo palabras consoladoras.

—Qué infortunio, lamento mucho lo ocurrido —articuló, aunque su tono y la sonrisa mal disimulada que jugueteaba en sus labios delataban su verdadera falta de empatía.

El caballero, todavía paralizado por la incredulidad ante su propia desgracia, extendió un dedo acusador hacia Eloise.

—Pero ha sido la señorita quien ha causado esto.

Eloise sostuvo su mirada con una serenidad inquebrantable.

—¿Y qué culpa tengo yo? Están disparando sin mí.

Lord Middlethorpe la escrutó de arriba abajo.

—Pero las mujeres no deberían disparar, eso no es propio ustedes.

—Las mujeres no somos adornos, señor —prosiguió Eloise, lanzando una mirada fugaz a Benedict, quien estaba a punto de intervenir—. Le aseguro que tengo habilidades en el manejo de un arma y muy buenas, por cierto.

Lord Middlethorpe recibió sus palabras con una mezcla de disgusto y desdén.

Aunque su mirada hacia Eloise destilaba hostilidad, se contuvo de responder, consciente de que hacerlo en presencia de los Bridgerton no sería una buena idea. Especialmente cuando Edwina Sharma lo observaba. Tenía planes de enseñar a las mujeres "su lugar" una vez que se casara, pero por ahora, debía mantener su fachada de cortesía.

Lord Middlethorpe, como primogénito de un barón, tenía una visión del mundo arraigada en las tradiciones. En su mente, las mujeres estaban destinadas a quedarse en casa, cuidando de los hijos, mientras él se dedicaba a la caza, la lectura y una vida tranquila en el seno de un matrimonio. Quizás alguna amante cruzara su camino en el futuro, pero por el momento, Edwina Sharma parecía ser la mujer perfecta para cumplir ese papel. Poseía una belleza deslumbrante, era educada, compartía su pasión por los libros y el arte, y, además, ahora tenía una dote impresionante.

Aunque inicialmente no había mostrado un interés particular en ella, la situación cambió cuando se enteró de que la madre de Edwina se había casado con un pariente de Lady Danbury, la dama era conocida por sus conexiones con la realeza de Sierra Leona. Esto significaba que Edwina no solo recibiría la dote que había ofrecido Lord Bridgerton, sino también la de su nuevo padrastro, lo que la convertía en un premio aún más valioso.

La atracción de Middlethorpe hacia Edwina se intensificó cuando se dio cuenta de la urgencia de su propia situación financiera. Durante la última temporada, su padre le había revelado la verdad sobre las finanzas familiares: si no se casaba pronto con una mujer adinerada, podrían enfrentarse a la ruina. La presión para encontrar una heredera rica y asegurar su futuro era más abrumadora que nunca, y Edwina Sharma parecía ser la respuesta a todos sus problemas.

—Por favor, tome mi arma —ofreció Friedrich, cediéndole su lugar a la señorita Bridgerton.

La oferta del príncipe la tomó por sorpresa, pero aceptó el rifle que le ofrecía con una sonrisa.