En cuanto a Linda fue alcanzada por Eleazar cuando corría rumbo al colegio, él la consuela diciéndole que no llore, que es muy bella para estar triste, y le comenta que él entiende lo que significa estar enamorado de alguien, y no ser correspondido, que en la actualidad pasaba por algo así, que su amor ni siquiera notaba que existía.
También le habló de Aida, le dijo que él sabía que eran amigas desde muy niñas, que se apoyaban en todo, además le explicó que no valía la pena perder eso por una ilusión equivocada, ya que estaba seguro que Sebastián para ella era sólo eso una ilusión.
Él la acompañó hasta el colegio, mientras caminaban conversaban, se reían, ella le contó de sus travesura en la cocina, de los supuestos ratones, él de como copiaba todas las fórmulas matemáticas en la suela de sus zapatos, entre más hablaban descubrían lo similares que eran, ambos graciosos, alegres y muy nobles; esta fue la primera vez que Linda notó lo bien parecido que Eleazar era, mientras contaba un chiste malo, ella lo observaba, solo podía pensar «Que guapo es, con ese cabello negro rizado, y esos ojos color ámbar tan hermosos, eso sin contar los hoyitos que se le hacen en las mejillas cuando sonríe, de verdad es muy lindo»
Ya frente al colegio, y antes de despedirse él sacó un dulce de chocolate de su bolsillo, y se lo regaló.
—¿Por qué es esto?
—Lo compré mientras bailabas, yo sé que te gustan los dulces.
Ella le ofreció una sonrisa, él tomó una flor del jardín y se la colocó en el cabello, se acercó despacio y le dio un tierno beso en la mejilla, repitiéndole lo hermosa que era, luego le aseguró que pronto encontraría el verdadero amor, ella también lo consoló diciendo—Lucha por esa chica, tú eres un hombre maravilloso, y si no se enamora de ti, es porque está loca—esta no alcanzaba adivinar que ese amor le pertenecía, solo bastaba que ella lo quisiera.
La celebración termina, todos regresan al colegio, las hermanas están contentas por el buen comportamiento de todas las alumnas, al llegar a la habitación Aida entra insegura y temerosa imaginando las cosas terribles que su amiga le dirá, al ingresar la encontró dormida, esto le dio tranquilidad, por lo menos esa noche no tendría que enfrentarla.
Aida se recostó en la cama repasando una y otra vez en su mente lo sucedido con su amor, estaba feliz y al mismo tiempo le apenaba que su amiga sufriera por su causa, aunque nunca lo aceptaría, su lealtad hacía Linda estaba primero que cualquier cosa, pero solo por ese día nadie evitaría que soñara con sus besos, que recordara sus abrazos y escuchara la melodía de su voz repitiéndole que la amaba.
Al día siguiente aún en la cama y tratando de abrir los ojos encontró a su amiga sentada frente a ella, la mira fijamente, por un momento sintió miedo, no quería pelear con ella, menos lastimarla si se presentaba algún poder extraño, intentó hablarle, pero ella la interrumpió diciendo:
—Perdóname amiga, no quise hacerte daño.
—No digas nada, yo entiendo que estés molesta. Yo te juro que no he tenido, ni tendré nada con
él.
—No Aida, escucha, anoche me porte mal contigo, no soy quién para evitar que ustedes se amen, soy tu mejor amiga, casi tu hermana, no quiero que seas infeliz, así que, si tú lo amas, sean felices por favor.
—Pero, yo no quiero verte sufrir.
—Ayer exageré, Sebastián si me gusta, pero no estoy tan enamorada de él; además, alguien especial me hizo ver que en la vida hay que ser feliz con las cosas que tenemos, y darle importancia a lo que verdaderamente la tiene, nuestra amistad es lo más importante para mí. Te quiero mucho.
—Yo también, te quiero.
—Dime ¿Lo amas?
—Sí, lo amo y saber que voy a poder estar con él me llena de alegría. Muchas gracias amiga.
¿Ahora tú dime esa persona especial es Eleazar verdad?
—Sí, es él.
— ¿Sabías que él te quiere?, Sebastián me lo dijo.
—En serio, que alegría imagínate tú y yo con los chicos más inteligentes y bellos del mundo, Mederit se morirá de la envidia. — la alegría las invadía, después de tanto compartir penas, por primera vez compartían la esperanza de amar y ser amadas, hasta fantasearon con bodas y vidas felices junto a sus caballeros perfectos.
En el colegio siguen las reparaciones, Aida estaba ansiosa de contarle las buenas noticias a su príncipe, por ello acudió al área de construcción camino a las plantaciones esperando que él la siguiera, efectivamente él al verla fue tras de ella para saber lo sucedido con Linda, al tenerlo cerca, ella se arrojó en sus brazos, Sebastián la recibió sin decir nada y la acurrucó en su pecho, estuvieron así un largo tiempo, tal vez horas, luego le contó que todo estaba bien con Linda, que eran amigas como siempre, que le dijo que ellos pueden estar juntos y hasta mostró cierto interés por Eleazar. Tras esas palabras él otra vez le confiesa su amor, Aida estaba libre, por eso le abrió su corazón diciéndole que también le pasaba lo mismo, le contó lo ocurrido con Amadeo y como este trató de engañarla, que gracia a Dios no había caído en sus bajos instintos.
Él la abraza y una vez más deja su corazón al descubierto—Yo te amo, no te alcanzas a imaginar cuanto, desde que te conocí mi mundo cambió por completo, y aunque el universo se oponga quiero estar contigo hasta el fin de los tiempos, por eso te vuelvo a preguntar —¿Me amas?
—Sí, te amo con todo mi ser, como nunca había pensado, por eso sé que lo antes ocurrido fue una ilusión, pero tengo miedo de que algo suceda.
Sus ojos se encontraron en una sola mirada, sus abrazos permitieron hacer un sólo cuerpo envuelto en el amor más puro y sincero. Por ese momento de dicha, valía arriesgar el destino, valía el mundo entero.
Sebastián sabía que esto era incorrecto que estaba desviando su misión en ese lugar, que podría perderlo todo y afectar a muchos, pero como negarle a su corazón este amor que le quemaba desde que esos ojos azules reflejaron la hermosura de esa mujer, cómo seguiría adelante, cómo guiarla, si después de tenerla entre sus brazos moría por tomarla y llevársela muy lejos, donde nadie los conociera, donde el mismísimo cielo no pudiese interrumpir tanto amor.
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CAMINO AL CIELO O AL INFIERNO AIDA O ATALANTA 1
FantasySINOPSIS ¿Es el amor suficiente para vencerlo todo? Algunos dirían que sí, pero si el obstáculo es el cielo y el infierno ¿Con amarse bastará? Esta es la historia de Aida Hamilton, una joven y hermosa princesa de un reino mágico llamado Atelie...