CAPÍTULO XIII SUCESOS EXTRAORDIARIOS (Parte 4)

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La alegría la envolvió de gran manera, por un momento perdió el hilo de la conversación que llevaba con el monstruo, saber que su amor estaba vivo la llenaba de esperanza y de fuerzas para escapar de allí junto a su padre, y si era tan poderosa como este le decía, debía usar ese poder para liberarse. La actitud como la rabia de Aida se dispersaron, y una especie de energía de calidez la invadió por completo, esto le demostró a Bael que este era su debilidad y sí la quería de su lado debía alejar al ángel de su vida, borrarlo para siempre.

Aun así, la negativa de su nieta continuaba, no le bastaba saber que su padre y Sebastián estaban bien, ¿cómo hacer trato con un demonio?, con el asesino de su madre, el ser que la ha mantenido alejada de su padre, que le ha hecho tanto daño, los reproches continuaban por lo ocurrido el día de su nacimiento, exigía respuestas sobre lo que realmente sucedió con su madre.

Fue en ese momento que este accedió a contarle la historia, comenzó hablando de su propia existencia, la cual radica alrededor de seis mil años, le dijo que tampoco decidió ser demonio, es parte de la herencia de ser hijo del rey de las tinieblas y fundador del infierno; este ser supremo elaboró todas las normas de la dimensión, también desarrolló el consejo de ancianos con el fin de castigar a los demonios que traicionaran su misión, y así siempre lo hizo.

Por más de diez mil años se mantuvo igual, hasta que un día él mismo traicionó sus ideales al enamorarse de un ángel, este contaba que ella era la criatura más hermosa del mundo, un ser sublime y perfecto, tanto era su amor que estuvo a punto de entregar sus armas y rendirse al bien, esto generó la rabia de los demás demonios que exigieron que fuese ejecutado, a pesar que este podía defenderse no lo hizo aceptó su destino. Fue entonces cuando los consejos de anciano buscaron la espada de la oscuridad eterna, esta arma poderosa y única se encuentra en el fondo de la lava que arde en la tierra, solo con la fuerza de todo el consejo de demonios puede ser desterrada.

Es por ello que el consejo la desenterró y sentenciaron a mi padre, luego la usaron para arrancarle el corazón, después este fue arrojado a la lava ardiente, esto le otorgó más poder a ese sitio ancestral, y les mostró a todos que las normas deben ser cumplidas, y quien osé en desobedecerlas lo pagará hasta con su propia vida.

Esto para Bael siempre ha sido una historia, él no estuvo presente, o por lo menos no estaba consiente, aún tenía como dos años, y ese ángel era su madre, y de ella nunca supo nada.

—Entonces, ¿Qué ocurrió? —le preguntaba Aida casi por inercia, al tiempo que se sentía incomoda por sentir algún interés en esa maldita historia.

—Por esta razón desde muy pequeño el futuro del infierno estaba en mis manos, pero como era aún muy joven me dirigían los ancianos del consejo, sin tener conciencia debía ser garante del futuro de nuestra comunidad, el hecho de cumplir las reglas es fundamental para el equilibrio, así como los castigos cuando no se hace el trabajo correctamente es parte de lo que somos, yo mismo he recibido algunos castigos por mis fallas. Cuando tenía quince años no asistí a la captura de almas en un pueblo muy pequeño del África Continental, me encontraba divirtiéndome en un sitio con unas humanas, de ese suceso apareció la cabeza de sapo, primero tomó el puesto de mi cabeza original, luego que pagué el precio me la dejaron como símbolo de la falla, las piernas de arañas son por una batalla pedida contra Asael, y la tercera cabeza la de gato es por lo ocurrido con tu madre.

Lo sucedido con Abraheila me marcó mucho, desde ese día traté de rodearme de los demonios más fuertes, en referencia a tu madre, esta llevaba una misión importante, y cuando la envié a la tierra lo hice porque confiaba en ella, era el demonio más poderoso que existía y el más hermoso, su función era algo sencillo, además algo que había hecho antes, pero en vez de cumplir con su deber no lo hizo. Me traicionó al igual que a su reino, por su causa estuvimos en un riesgo tremendo, pudimos ser tomados por sorpresa y encerrados para siempre por los ángeles, aunque no sucedió porque actuamos a tiempo. Muchas legiones pagaron el precio, muchos soldados perecieron, debía pagar, algo así debía ser castigado—ella quiso hablar, pero no pudo, solo suspiro fuerte y siguió escuchando.

—La exigencia del consejo fue que la matase delante de todos los demonios, pero no pude hacerlo, lo hice a solas con solo uno de los ancianos del consejo de testigo, y aunque morí ese día, ella debía pagar, su afrenta era inaceptable, y si tuviera que repetirlo lo haría.

Lo dicho por este colocaba a Aida en un camino sin salida, sabía que no podía negarse, este ser no tendría piedad, si no la tuvo con su hija porqué la tendría con ella, las dudas la sucumbían en el descontrol, aunque no estaba segura de hacerlo, y no sabía exactamente qué es lo que este quería que hiciese, algo si tenía claro, es que debía poner a salvo a su padre.

Por esta razón aceptaría la propuesta de Bael, siempre que este aceptase unas condiciones que le garantizara la vida de su padre y de Sebastián, es por ello que le exigió que cuando los propósitos se cumpliesen y derrotaran a los traidores los devolverían a Ateliese de inmediato, tanto a su padre como a ella, además que los dejarían en paz para siempre, el demonio aceptó lo de Andrés, pero no el hecho de dejarla ir tan fácilmente.

Aida le hizo ver que, aunque tenía con el infierno algún tipo de responsabilidad, también la tenía con los humanos, y que, al tener un destino dual como el suyo, se debía elegir para lo que se es mejor, este le propuso que aprendiera de sus raíces, y que al finalizar todo si seguía con el interés de marcharse podría hacerlo.

Lo hablado con Bael la dejó confundida, ya que le dolía profundamente no haber visto nunca a su madre, no haber compartido con su padre y todo lo sucedido, aun así, entendía lo que significa actuar bajo una gran responsabilidad en los hombros. Se sentía dividida, porque no le gustaría hacerles daño a las personas, pero nunca antes se había sentido con tanta fuerza, así como con la posibilidad de actuar sin restricciones. Cada instante ese lado oscuro la seducía con una fortaleza terrible, en ese punto le temía a sus propios pensamientos, deseos y anhelos, más que a cualquier otra cosa.

Más que nunca extrañaba a Sebastián, él sí sabría qué hacer, este le fuese mostrado lo ideal para todos, pero no podía rendirse, no ahora. El miedo no podría dominarla, esto era por su padre, por Sebastián, por su pueblo, por ella misma.  

CAMINO AL CIELO O AL INFIERNO                  AIDA O ATALANTA 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora