CAPITULO 11

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Era el día después de que Vlad ofreciera a MC un trato para ganarse su libertad. Si podía enseñar a Charles-Henri el significado del amor, podría abandonar el castillo. Mientras MC lidiaba con la idea, Charles-Henri parecía tomárselo de otra manera. Su zumbido se oía en los pasillos del castillo.

CHARLES-HENRI- Tocino crujiente, jamón y huevos, tostadas francesas dulces y café con leche en abundancia. Mucha fruta para la ensalada... Allá vamos.

Fausto echó un vistazo a la mesa y luego miró a Charles-Henri.

FAUST- ¿Así que por fin te has decidido a abrir un restaurante?

CHARLES-HENRI- ¡Ajá, me gusta cómo suena eso! Tú, yo, MC y Lord Vlad podríamos abrir el mejor restaurante de la historia.

FAUST- Estaba bromeando. Si decides abrir uno, no cuentes conmigo. Veo que has recurrido a medidas desesperadas porque esa mujer apenas tocó su cena.

CHARLES-HENRI- Si ya lo sabes, no preguntes, gruñón.

Charles-Henri sonrió mientras colocaba artísticamente la fruta encima de la ensalada.

CHARLES-HENRI- Me sorprendió la primera vez que Vlad me explicó su trato, pero en cuanto lo pensé, me pareció perfecto.

FAUST- ¿Y tú?

CHARLES-HENRI- Si MC consigue cerrar el extraño agujero de mi pecho, me alegraré mucho, y ella también se alegrará de volver a esa mansión. Además, Lord Vlad obtendrá las respuestas que desea. ¡Todo el mundo gana!

FAUST- ...no creo que la felicidad sea el objetivo principal aquí. Aun así, hazlo lo mejor que puedas.

Fausto arrancó una fresa de una tostada y se la metió en la boca.

CHARLES-HENRI- ¡Ah, Docteur! Esa fresa era para Vero. Las tuyas y las de Lord Vlad están ahí.

FAUST- Nunca entenderé por qué te esfuerzas tanto en las comidas, cuando los vampiros sólo comen para divertirse.

CHARLES-HENRI- Porque me gusta. Me gusta cuando te comes lo que hago sin armar un escándalo. Muy bien, aquí tienes una fresa de repuesto para MC... ¡Como nueva! Voy a entregar la comida de MC. Espero que se la coma.

Fausto vio a Charles-Henri casi salir de la habitación con una bandeja para MC. Apenas se hubo marchado, el señor del castillo hizo su entrada.

VLAD- Sólo he venido por las fresas...

Los ojos de Vlad se entrecerraron. Agarró la barbilla de Fausto y le metió los dedos en la boca.

¡FAUST- ......!

VLAD- Ahora no te comerías mis fresas, ¿verdad, Fausto?

Miró dentro de la boca de Fausto hasta que éste apartó la mano.

FAUST- Tu parte está ahí, le Voivode.

VLAD- Oh. Qué bien.

Vlad sonrió y se dispuso a comer sus propias fresas con el entusiasmo de un niño al que le dan una ración doble de postre. Fausto lo observó. Aquel hombre era una contradicción viviente, con la grandeza de un dios y la inocencia de un niño.

FAUST- ¿Qué estás tramando?

VLAD- ¿Qué quieres decir?

FAUST- Estabas utilizando al dramaturgo, Shakespeare, para reunir información sobre esa mansión. En ese momento, parecía que no tenías el menor reparo en utilizar a esos grandes hombres como peones. Sin embargo, ahora has comenzado este experimento usando a MC y Charles. Si no estás tramando nada, tengo que asumir que te has vuelto senil.

CHARLES-HENRI (IKEMEN VAMPIRE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora