|Veintidós|

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El mensajero, con su expresión preocupada, anunció las noticias a la familia real. El rey Aegon Targaryen, la reina Visenya y el príncipe Aenys se vieron sumidos en un silencio momentáneo. Los rostros de Aegon y Visenya reflejaban la sorpresa ante la noticia inesperada, mientras que Aenys, con la angustia palpable en sus ojos, comprendió la gravedad del momento.

-Maerys está en labor de parto. Esto es inesperado y urgente.-dijo Aegon levantándose-No podemos perder más tiempo.

Aegon inmediatamente ordenó que le dieran más noticia, pero el mensajero cayó en un silencio profundo. La reina Visenya observó a Aegon para darle la razón, sobre todo porque temía por el estado de su hija.

-Preparémonos. No sabemos qué desafíos nos aguardan en Rocadragón...nuestra hija querrá que estemos con ella-comentó Visenya -, pero enfrentaremos esta adversidad como lo hemos hecho antes.

Aenys que estaba escuchando atentamente las palabras del mensajero, se sintió angustiado por saber más, ya que había prometido a Maerys que estaría con ella cuando el bebé llegará al mundo. Estaba sirviendo como copero de su padre, dejó eso y caminó hacia el rey Aegon, que estaba de espaldas hablando con Visenya.

-Padre-pronunció Aenys con una voz firmé

-Dime, debo apresurarme.

-Yo también iré, no dejaré que Maerys afronte esto sola, es la vida de mi esposa y hijo que estan en juego-Aegon colocó una mano sobre el hombro de Aenys y le observó por unos segundos.

-Puedes venir con nosotros, tú también debes estar ahí.

-Lo sé padre.

La tensión en la sala se palpaba mientras la familia real se levantaba con determinación. Aegon ,un líder experimentado, salió de la Gran sala, los tres se encaminaron hacia sus dragones, antes de partir, el príncipe Aenys se dirigió hacia Alyssa para darle las dulces noticias, ella estaba tejiendo bajo la hoguera del fuego, sencilla y gentil con sus manos danzando al compás, el príncipe Aenys entró sin que ella se diera cuenta, observó por un momento a su prima.

-Alyssa.

La llamó con una suavidad, como si tuviera miedo de hacer ruido y provocar molestia. Alyssa al escuchar su nombre volteó a verlo, una sonrisa se dibujó en ella, estaba agusto de ver al príncipe que tenía frente a sus ojos, la presencia del príncipe irradia una alegría que se tomaba hasta lo más mínimo.

-¿Que te trae hasta esta doncella mi príncipe?-preguntó Alyssa, dejando de tejer frente al fuego-¿soy merecedora de su presencia?

-Mi hijo esta por nacer.

Las palabras de Aenys tomaron por sorpresa a Alyssa, que inmediatamente la sonrisa que tenía en el bello rostro se esfumó con el viento, aunque sabia que el momento iba a llegar en cualquier momento, no esperó que fuera demasiado pronto.

-V-vas a... ser...padre-dijo Alyssa entrecortada, casi saliendo su voz a la fuerza.

-Por eso tengo que irme hacia Rocadragón, tenía que decirte antes que los otros -Aenys agarró de las manos a Alyssa-¿no me vas a felicitar?

-Felicidades, porque ya serás padre, me alegro saberlo... -Alyssa alejó sus manos de Aenys y miró para otro lado-dale las felicitaciones a Maerys de mi parte.

-¿Estas bien?

-Claro que lo estoy, ahora ve, ella te necesita.

-Bien, ruega a los dioses por mí, Alyssa.

-Lo...haré-respondió por último.

El príncipe Aenys salió del salón y se dirigió hacia su dragón Azogue, al igual que Aegon con Balerion y Visenya con Vhagar. Con los dragones preparados, ascendieron a los cielos sobre Desembarco del Rey. Los dragones desplegaron sus alas imponentes, oscureciendo el cielo con su majestuosidad. La ciudad enmudeció ante el espectáculo, consciente de que algo trascendental estaba en marcha. Mientras volaban hacia Rocadragón, la incertidumbre se mezclaba con la determinación en los corazones de Aegon, Visenya y Aenys. En las alturas, el viento susurraba un destino ya escrito.

THE INNOCENCE +18 | Maegor Targaryen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora