Lute mal herida, arrastrando su propia alma llegó ante una mujer de pelo largo y rubio, recostada en una silla de playa viendo el horizonte.
— Tu trato está hecho, Adán está muerto... Ahora, si quieres seguir aquí, ve allá abajo y detén a tu mocosa, ella esta amenazando los cimientos del cielo. — Dijo con ira.
Lilith miro a Lute con cierto enojo.
.....
Lucifer se levantó enérgico a hacer hot cakes (no se levantó, directamente no durmió), sintió la inspiración de intentar tener más cercanía con su hija y poder mejorar su relación (culpa).
Cuando el desayuno estuvo listo, mando a Razzle a despertar a todos los inquilinos menos a Charlie, él lo haría personalmente.
Fue tranquilamente a la habitación de Charlie y tocó... Sin respuesta... Volvió a tocar, tampoco hubo respuesta.
— ¡Mi niña dormilona! — Canturreo. — ¡El desayuno ya está listo! — Se veía nervioso.
— Ella no está ahí. — Dijo una pequeña voz que hizo saltar del susto a Lucifer.
— ¡N-Niffty! Ja, ja. Que sorpresa. — Intento pretender que no se asustó y que le alegraba verla.
— Ji, ji, ji igualmente. — Su pupila dilatada casi palpitaba.
— ¿A qué te refieres con que "ella no está ahí"? — Cuestionó nervioso.
— Mi turno termina a las 11 pm por lo que veo a todos ir a dormir. Charlie fue a dormir con el señor Alastor a su estudio. — La sonrisa de Lucifer estaba tan chueca que parecía que se le iba a romper la mandíbula, podías sentir la presión en cada uno de sus huesos.
— Gracias. Niffty. — Tan tieso como rama fue caminando hasta el estudio de Alastor.
Cuando llegó sintió un escalofrío, tocó un par de veces esa puerta de madera roja.
.....
Se encontraban acostados, Charlie estaba sobre Alastor jugando con su cara y cabello, se entretenía trazando caminos en su piel, delineando sus cejas con el dedo, acomodando y desacomodando su pelo.
— ¿Por qué disfrutas esto? — Pregunto confundido.
— Me gusta verte, tocarte. — Dijo feliz.
Alastor la miraba con curiosidad, como alguien podía ser tan indiferente a su naturaleza, jugando con su rostro tan tranquilamente, aquel rostro que presenció múltiples muertes y causó tanto dolor.
— ¿Te imaginas siendo un ángel? — Preguntó ya que en el cielo aunque los seres mantienen su animal espiritual, sus colores y algunos detalles cambian.
— No realmente. — Sintió pena por ella, el sabía que nunca iba a poder ser redimido, pecar era algo que le dió sentido a su vida y a su muerte, algo que disfrutaba y que no cambiaría.
— Estoy seguro de que serías un ángel muy apuesto. — Dijo juguetona.
— Si... Lo sería. — No quiso quitarle su felicidad.
— ¿Yo cambiaría si fuera un ángel? — Pregunto pensativa.
— No creo, eres muy bella. — Dijo Alastor poniendo su mano en su mejilla.
Charlie le dió un beso y puso su mano sobre la de Alastor, se dió un tiempo para verlo a los ojos, para admirar ese cariño que rebotaba en las pupilas de Alastor.
Unos golpes irregulares tocaron la puerta.
Ambos voltearon. — Apuesto a que alguien ya hizo el desayuno. — Dijo feliz levantándose y yendo a buscar su ropa.
Alastor de un chasquido vistió a ambos con pijama ya que sus ropas estaban muy maltratadas y sucias por la pelea, Charlie apenas tuvo tiempo para tomar su ropa interior cuando ya estaba vestida.
Rápidamente subió la escaleras y abrió la puerta.
— Charlie... — Maldijo a todos y todas, maldijo a Alastor, maldijo a dios. ¿¡Qué mierda hacia su hija en la habitación de un demonio tan despreciable como el!? Espera... ¿¡Tiene marcas de dientes en el cuello!? ¡MALDITO DEPRAVADO! — No esperaba encontrarte aquí... — Sus dientes se apretaban con irá contenida.
— Oh ¿Necesitas hablar con Alastor? — Pregunto charlie inocente.
— No, no, no, para nada. — pensó en si preguntar. —Mhm ¿puedo saber que haces aquí? En su... Uh ¿Habitación? — Su sonrisa estaba tan rígida que casi se podría quebrar.
— Oh... Yo, uh. — Sus mejillas se pusieron en un tono carmín más intenso.
Lucifer quiso que la tierra se lo tragara de nuevo, entendió perfectamente que ambos habían pasado la noche y... Su pobre bebita recién nacida con ese degenerado.
(Charlie es 89 años mayor que Alastor)
Alastor escuchó con una sonrisa y decidió echar más leña al fuego, cambio su vestimenta a una pijama un poco más abierta aprovechando que Charlie no lo vió cuando los vistió a ambos usando magia. Despeinó su pelo y no se quitó las marcas del labial negro de Charlie de las mejillas y cuello.
Se puso atrás de Charlie, aún sin ser visible y puso su mano en la cintura de ella. — Charlie...¿Quien tocó? — Salió detras de ella manteniendo su mano en su cintura.
Lucifer se estaba cagando en la vida, la muerte, el cielo y el infierno. Vió el labial de su hija en sus labios, cuello y mejillas. Quería estrangularlo ahí mismo.
— Alastor. — No fingió su desagrado.
— Lucifer. — Sonrió de oreja a oreja.
Charlie se sentía nerviosa, claramente su padre no estaba contento con la escena que estaba viendo, cuando volteo a a ver a Alastor se percató de su labial y lo despeinado que se veía, era un look muy atractivo, pero no el look que quieres que tu padre vea.
— El desayuno ya está listo. — Dijo con cara amargada.
— Gracias, en un momento bajamos. — Dijo Charlie jalando a Alastor y cerrando la puerta.
Lucifer tan tieso como llego, se fue. No podía hacer una rabieta, su hija lo odiaría y probablemente se distanciaría más.
.....
— Alastor. — Dijo Charlie riendo una vez que su padre se fue.
— ¿Ocurre algo? — Dijo con falda inocencia.
— Te hubieras limpiado un poco antes de salir. — Quitaba con su dedo las marcas de labial.
— ¿Te doy vergüenza? — Dijo juguetón con un falso puchero.
— No, Al... Ugh. — Se sobó las sienes riendo un poco. — ¿Lo hiciste a propósito? — Cayó en cuenta.
— No ¿por qué lo dices? — Mintió tan falso como pudo.
Charlie no pudo evitar soltar una carcajada, sentía vergüenza, pero la actitud de Alastor era adorable en cierto punto.
— Igual, no es como que tú seas muy discreta. — Dijo pasando su dedo índice sobre una mordida en su cuello que era completamente visible. Charlie se puso roja como un tomate. — Creo que eso es peor que unas marcas de labial, corazón. — Susurro en su boca.
ESTÁS LEYENDO
BIENVENIDA A SU REINADO [CHARLASTOR]
FanfictionCharlie es ingenua hacía su propia gente y no es temida ni respetada por nadie, aún así un demonio temido y respetado le ayuda mejorar su posición y a conocer su propio terreno de manera desinteresada, involucrandola con los overlords y clases más b...