17. Canibalismo. (+18)

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Él bajo entre besos hasta su abdomen, ella solo suspiraba, el checó que ya estuviera lista pasando sus dedos por encima.

Me encanta saber que me necesitas. — Dijo ronco, esa voz daba a entender que salivaba más de lo normal, que mantenía la respiración y que su apetito estaba al borde.

Él aún seguía con ropa, Charlie era la única desnuda, aunque, esto no le molestaba.

Ella bajo sus piernas de sus hombros, se levantó y quedó sentada en orilla del escritorio, jalo del cuello de la camisa a Alastor y lo obligó a besarlo.

Me encanta tu traje... — Charlie le susurro al oído, ese aroma a café y madera que emanaba de su traje la volvia loca.

Él rió por el comentario, recibía todo tipo de halagos por su traje, pero que a Charlie le excitara su traje era uno nuevo. Alastor alzó ambas piernas de ella y se bajó la cremallera junto con la ropa interior.

Charlie hizo que el se introdujera mientras la besaba, esa primera sensación los hacía temblar y sentir los labios de Alastor temblar entre gemidos le encantaba.

El la acostó y aumento la fuerza de las estocadas. En la habitación solo se oían los golpeteos constantes junto con los gemidos de ambos sincronizados a las estocadas.

Alastor... Estoy cerca... — Gimoteo.

Él puso su mano en su boca limitando sus gemidos, pero sobretodo, haciendo que Charlie encajara sus colmillos en el dorso de su mano. Los gemidos ahogados de ella resonaban en la habitación.

Muerde. — Le ordenó Alastor sonriente mientras que aumento la fuerza y velocidad.

El pobre escritorio rechinaba horrible, casi parecía que se iba a partir en cualquier momento. Angel quien estaba en el piso de abajo trataba de aguantarse la risa.

Mientras más fuerte mordía charlie, más cerca estaba de llegar.

Ambos llegaron con un sonoro gemido, gotas brotaban de las comisuras de los labios de Charlie, quien tras llegar al climax mordió con fuerza el dorso de Alastor, causándole una herida.

Alastor con un chasquido los transportó a ambos a la habitación de Charlie.

Pudiste habernos traído aquí desde un principio... — Dijo con una sonrisa suave.

Pero quería intentarlo allá. — Respondió dándole múltiples besos por todo su torso, arrastrando sus dientes por las zonas que recorría. — Si de mi dependiera, lo haríamos en cada rincón del hotel. — Él le sostuvo la mandíbula haciendo que lo mirará.

Eres obsceno... — Charlie rio suavemente.

Alastor giro un poco la cabeza, en cualquier otro contexto se hubiera enojado por esa acusación, pero no ahora, era como si en el fondo admitiera para sus adentros una nueva verdad.

¿Te molesta...? — Preguntó retóricamente con una sonrisa juguetona.

Nunca... No. — Admitió.

Alastor a pesar de haber saciado su apetito aún sentía que podría arrancar más, quería destrozarla, un sentimiento impotente se cocinaba en sus adentros.

Entonces no te quejes de algo que tú también provocaste. — Su tono de voz ya no era amoroso, era amenazante, la suave interferencia que se hacía en su voz debía ser algún tipo de alerta.

Charlie desconcertada le pasó la mano por el fleco y lo hizo mirarla, el respondió mordiendo su dorso ligeramente, no tan fuerte para lastimar por si solo, pero si intentaba zafarse se rasgaría la mano.

¿Al? — Vio como su esclerotica pasaba de un color carmín a un negro intenso y sus pupilas brillaban de rojo neon, dejando ver una pequeña manecilla de radio en el centro, algo no andaba bien.

Alastor agarró cuello con una mano y la fue moviendo lentamente hasta su nuca, la mano de ella que aún se mantenía entre sus dientes fue presionada, él la estaba mordiendo, vio como gotas de sangre cayeron lentamente de su dorso y muñeca, ella gimió de dolor y él la soltó y se acercó a su rostro, ella estaba quieta, temblando un poco por los nervios de no entender.

Sintió como Alastor, quien presionaba todo su cuerpo sobre el suyo, enjaulandola, había recuperado el apetito, aquel bulto en su entrepierna que no hacía más que presionar se lo indico.

¿Otra vez? — Preguntó mientras sostenía su mano adolorida y ensangrentada. Se sentía bastante nerviosa, era una sensación claustrofobica, solo era Alastor, el quería toda su atención y lo estaba consiguiendo, acorralandola y obligándola a ponerlo como su protagonista.

Quiero comerte... — Estaba salivando demás y el chasquido en su tono lo delataba.

Al... ¿Estás bien? — Colocó ambas manos en sus hombros deteniendolo.

No... — Seguía emitiendo una fuerte interferencia.

Me estás dando miedo... — Intento forzar una mirada dura.

¿Por qué? — Gruñó mientras sujetaba con una mano la cadera de Charlie y con la otra acunaba su mejilla.

Estás actuando como si realmente me... Quisieras matar. — Trago saliva. — Esto ya no es romántico... O tierno. —

Nunca ha sido romántico, Charlie... Y no... No te quiero matar, eso sería asqueroso... Te quiero siempre, siempre conmigo, dentro de mi, bajo mi carne, bajo mis dientes, diluida entre mi sangre podrida... — La atmósfera se volvió oscura. — No te amo... No se que es eso, solo se que te quiero devorar una y otra vez, masticar tu alma y sentir todo de ti, te necesito, te quiero guardar, encerrarte y que seas solo para mí, quiero clavarme dentro de ti como una estaca y nunca más salir.— Charlie lo miraba atenta. — Quiero que te hagas cenizas entre mis dedos, olerte, apuñalarte hasta hacerte trizas y poder nadar en ti... — Se vio interrumpido por Charlie quien puso sus manos en sus mejillas y lo atrajo a un beso.

Eso es amor para mí...

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Pinches viejas locas, no actualizo por un pinche día y me insultan, le bajan de huevos o no actualizo. 😡

BIENVENIDA A SU REINADO [CHARLASTOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora