Mi Esposo Según El Sistema [Yuuram]

21

Wolfram Von Bielefeld estaba calentando en su lado de la cancha, ambas instituciones de habían alejado una de la otra. Sus ojos veían a Yuuri hablar con el de lentes, no le molesta la cercanía de Murata con su tonto prometido; ha llegado a encontrar confianza en él (cosa que no es fácil), sus ojos se encuentran con los del tipo que empujó al Henachoko delante de sus narices hace como media hora.

Le dió una sonrisa burlona y le guiñó un ojo.

"Óigame... ¿Y usted que se creé?"

Wolfram desvió la mirada, algo enfadado por haber sido visto de esa forma tan... molesta a su parecer, y ni que decir que sus compañeros están riñando con los de la escuela anfitriona. ¡Todo indica que no va a haber paz esa mañana! Tsk, y él que estaba alegre de pasar un día con Yuuri, estudiar con él (aunque sea una visita deportiva) y quizás compartir algunas que otras opiniones sobre los demás.

— ¡Wolfie~!

Un escalofrío recorrió su espina dorsal cuando ese sonido tan conocido le caló hasta los huesos.

Giró la cabeza como si fuera el exorcista, hasta sus pobres huesitos tronaron por la brusquedad. Solo para ver a la dueña de esa voz, esa melodiosa sonrisa que es únicamente de su madre. Ella iba corriendo hacia él, con los brazos abiertos, incluso juro que ella venía en camara lenta.

¿¡Cómo demonios hizo eso!? ¡Es imposible!

— ¿¡Mamá!? — exclamó cuando ella lo atrincheró en sus brazos.

Ella sonreía, ignorando la mirada lasciva que todos los pubertos del instituto le estaban dando.

— ¡Wolfie, bebé, mamá te extrañó!

Oh, Chery sigue siendo tan apasionada.

Shibuya podía sentir el grito silencioso del rubio, que está en medio de los pechos de su madre; sofocando a su adorable hijo por la falta de aire. ¿Quizás deba de intervenir? Ah, no... Es posible que ella también lo asfixie de esa forma si se acerca a ellos.

— ¡Yuu-chan! — otra voz melodiosa resonó en la cancha al aire libre.

Ahora el que tiembla no es Wolfram, no, el que lo hace es Yuuri. A su lado viene su padre, y Shori, y el castaño hermano mayor de Wolfram.

¿No estaban d viaje? ¿Por qué parece un encuentro familiar?

Por unos instantes se le ocurrió salir corriendo para escapar, pero su madre ya lo tenía abrazado.

— ¡Yuu-chan! ¿Extrañaste a mamá?

Apretaba sus brazos alrededor de su segundo hijo.

Shibuya asintió con una sonrisa forzada.

— Sí, sí, lo hice.

Y entre tantos abrazos, se olvidaron de que hay más personas que les están viendo.

"Ay, ya por favor."

Wolfram logró zafarse del abrumador abrazo que su madre le dió, volteó a ver a Yuuri y este ahora es el que sufre de una sesión de abrazos asfixiantes. Ahora que ve a las dos se pregunta... ¿Por qué se parecen en esa área? ¡Son demasiado cariñosas!

— ¡Incluso la mamá del ricachón de Yuuri es bonita!

— ¡Vaya suerte la de Shibuya! Si no quiere con el hijo aún tiene a la madre.

Wolfram Von Bielefeld les dedico la mirada de su vida.

Su ardiente mirada les decía: Vuelvan a abrir la boca y veremos si son capaces de hablar de nuevo. Las chicas gritaron un "kyaa" y se sonrojaron al ver a un ser tan hermoso luciendo tan amenazante.