Un día antes, Estados Unidos."Hoy es domingo, y mi tío me dejó en el hotel."
Rodaba por toda la cama, buscando la forma de no ir a la fiesta que le espera en la noche. ¡Pero tiene que ir quiera o no! Es una obligación ya que aspira a ser el CEO de las empresas de su tío, ya que como su heredero debe establecer relaciones con personas de su mismo círculo social.
Aunque desde ayer en la noche no lo buscan, él no sabe si eso sea algo bueno o malo; aunque no le cae mal dormir un día entero. Pero estaría mejor si Yuuri estuviera con él en el hotel, así podrían ir a la piscina y nadar; o ir a practicar turismo.— Pero él está en Japón y yo al otro lado del mundo.
Hizo una mueca de nostalgia.
Solo faltan dos días para que pueda volver a pisar las tierras japonesas, tomar un auto o taxi e ir directo a la casa de Yuuri. ¿No sería genial darle una sorpresa así? Quiere ver la cara que pondrá, pero no es una buena idea pensar en eso ahora. Todavía debe de ir a una fiesta más o quizás dos y de ahí volver a Japón.
"Umm, ojalá los negocios aquí terminaran antes."
Se sentó en la orilla de la cama, viendo hacia afuera.
Los boleados del camisón rosado que anda se mecen con el viento. Su cabello dorado y brillante le tapan el rostro levemente, le ha crecido en estos dos meses.
¿Debería cortarlo cuando vuelva? Su tersa piel se ve aún más lisa con la luz del sol sobre ella, y eso que todavía es de mañana. Y debe de estar en la cama en todo el día, no le desagrada, pero tampoco le fascina la idea de estar haciendo nada.Toc toc.
La puerta siendo tocada y luego abierta lo saco de su pensamiento existencial. Sus hermosos orbes verdes se enfocaron en su tío, que posee un par de gemas azules, casi similares a un zafiro... Pero ambos tiene el cabello rubio brillante, demostrando que sin duda son familia.
Waltorana Von Bielefeld, su tío paterno.
— ¿Sucedió algo, tío?
Se puso de pie y se paró delante del rubio mayor, el mismo que tenía una sonrisa suave en su atractivo y masculino rostro, que es normalmente serio y muy severo.
— Te haz aburrido en la habitación... ¿No?
Wolfram jugó con el dobladillo de la manga de su ropa, inquieto de admitir que es verdad.
— Un poco... — admitió avergonzado.
Wolfram sonrió cuando sintió la gran mano de su tío acariciar sus cabellos rubios, revolviendo un poco y luego apartó la mano.
Sus ojos se alzaron, mirando dos boletos de avión en su mano. Los mismos orbes esmeraldas brillaron con genuina emoción.
— Empaca, volvemos a Japón.
— ¿Pero y los negocios? — preguntó inquieto.
Waltorana negó con la cabeza, sonriendo y dejando un boleto en manos de su sobrino.
— Gracias a tí, pudimos hacer suficientes socios.
"Lo único que hice fue estar parado a tu lado, tío."
Y como si hubiera leído su mente, Waltorana le dió un suave coscorron.
— Estuviste a mi lado, tal y como hacia tu padre. Y eso ya es suficiente para mí, me haces compañía y me es agradable tenerte aquí.
Wolfram sonrió más, sus ojos brillando.
Los cumplidos de su tío lo hacen sentir bien. Ya que lo ve como una figura paterna.
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Mi Esposo Según El Sistema [Yuuram]
FanfictionPor un tonto sistema del gobierno, la persona con la que pasará toda su vida es citada por medio del gobierno y se les hace saber por medio de una carta que es enviada a las casas de los involucrados. - Está es su carta, joven Shibuya. Su ánimo cayó...