Primera Vez En El Instituto

VIII

            HUIDA EN ALTA MAR

- Porque ahora que ya acepte mi destino...porque - decia entre lagrimas

Deidara salio de la casa destrozado, despidio a Zabusa y Haku, les dio instrucciones de que regresaran a Sai a su hogar y despues hicieran lo que quisieran porque ya no necesitaria de sus servicios, luego se fue con rumbo al muelle.

- Señor...ya todo esta listo, partiremos en cuanto lo indique - dijo un muchacho de cabello plateado bajando del barco

El plan de Deidara era huir con Sai en barco, se suponia que saldrian fuera del pais con rumbo a Escocia pero ahora que fue rechazado ya nada de eso importaba.

- Esta bien gracias...nos iremos en un rato solo....denme un minuto - le dijo temblando

Una vez se quedo solo, se sento en el muelle para recuperar el aliento, se sentia mareado y nervioso, observo el pasaporte que obtuvo para Sai, y penso lo inutil que fue todo ese plan, se sintio como un fracasado.

- Debi dejar que todo siguiera como antes, no debi buscarlo - se dijo con melancolia y arrepentimiento, estuvo a punto de tirar el documento al mar, pero algo en él le decia que no lo hiciera asi que lo volvio a guardar.

Mientras tanto en la casa, Haku ingresaba a la habitacion para llevar al huesped devuelta a su casa, lo que vio lo dejo desconcertado, penso que su jefe fue rechazado, entonces porque aquel chico estaba llorando, asi que se acerco para averiguarlo.

- Porque...porque tuvo que venir en mi busca, yo no se lo pedi...ya no queria, me jure que no lo volveria a ver ni a pensar en él, pense que ya lo habia olvidado entonces porque...porque siento todo esto - se decia asi mismo llorando desesperadamente

- Es porque lo ama, cierto - le dijo Haku

- Usted no sabe nada - respondio molesto por la intromision secandose las lagrimas

- Lo se creame, no deje que su familia interfiera en su vida, si lo ama deberia estar con él, piense que no es justo tener que vivir una vida sin amor, no lo deje ir - le aconsejo amablemente

- ¡No sabe nada!....¡yo no puedo!...¡mi abuelo el no se merece esto!...yo solo quiero que sea feliz le debo tanto - dijo con desesperacion mas para convencerse asi mismo

- Usted ya le brindo muchas alegrias, le dio su niñez y adolescencia, lo justo es que ahora sea usted mismo quien busque su camino, y ademas si se de lo que hablo porque yo....deje a mi familia por el hombre que amo, ellos tambien se oponian y cuando él me propuso que nos fugaramos no lo pense y lo hice - le conto con entusiasmo

- Y como resulto, ¿no se arrepiente? - le pregunto con curiosidad

- Nunca, nunca me he arrepentido, porque ahora ambos trabajamos como detectives y es muy divertido.... es divertido estar con él todos los dias - le dijo sonriendo - Alcanselo aun debe estar en el muelle....hagalo o se arrepentira toda la vida

Impulsado por esas francas palabras, tomo la decision de ir con él, salio de la casa corriendo, mientras era observado por Zabusa.

- Otra vez metiste las narices donde no te llamaban no - le regaño

- Lo siento, pero no podia dejar que esto terminara asi - le dijo Haku

- Idiota - eso le dijo acariciandole la cabeza

Sai corria lo mas rapido que podia, como los zapatos le estorbaban se los quito en el camino, sus pies dejaban huellas en la arena y él solo rogaba al cielo llegar a tiempo.

- Todo listo para zarpar - anuncio el capitan del barco

Deidara con la cabeza gacha subia derrotado al barco, observaba por la cubierta con tristesa, mientras el barco empezaba a moverse, le dio un ultimo vistazo al muelle, y se despidio de sus sueños y esperanzas.

- Adios Sai espero que seas...

Fue cuando como un espejismo vio aquella conocida silueta, corria desesperado rumbo al barco, que ya comenzaba a alejarse.

- ¡DETENGANSE! - ordeno

- Pero señor el barco ya esta listo no podemos - dijo uno de los ayudantes del capitan

- ¡DIGALE AL CAPITAN QUE SE DETENGA!... ¡AHORA! - grito

Como lo pidio lo hicieron, el barco detuvo su marcha, entonces Deidara descendio de el, para reunirse con su amado.

- Deidara yo....lo siento....siento todo esto...no me dejes - le suplico Sai  jadeando por el cansancio

Deidara lo observo por un minuto, entonces sin decir nada, le tendio la mano con una sonrisa en el rostro, esto sorprendio a Sai, que lo veia con los ojos muy abiertos, entendio lo que queria decirle y sin esperar cogio la mano extendida, aquella mano cuyo calor extrañaba, en seguida el rubio lo halo con fuerza hacia si, hasta quedar abrazado a él.

- Deidara...te amo - le dijo entre lagrimas, escondiendose en ese cuerpo que tanta falta le hizo

- Lo se - eso fue lo unico que respondio

Ese dia se marcharon, cuando Danzo se dio cuenta ellos ya estaban muy lejos, como era de esperar lo mando buscar por todos lados; preveyendo esto Deidara hizo que Zabusa y Haku abordaran un avion con los boletos a nombre de Sai y él, para asi despistarlo, tuvo exito en sus planes ya que los empleados del anciano los persiguieron a ellos, mientras la feliz pareja llegaba a su destino en Escocia.

- Entonces ustedes - pregunto Itachi en cuanto termino de contar su historia

- Asi es - dijo Deidara enseñandole una alianza en su dedo - Nos costo trabajo pero al fin estamos juntos - añadio contento

Itachi se alegro sinceramente por ellos, estuvieron hablando por un tiempo indeterminado hasta que notaron que se hacia tarde, se despidieron con la promesa de volver a conversar algun dia junto a sus respectivas familias.

- ¿Esta todo listo para mañana? - pregunto Sai en cuanto vio llegar a su esposo

- Si hoy me asegure que asi fuera, no te preocupes la expocision ira bien como siempre - le dijo para calmarlo

- Eso espero, es la primera expocision a la que mi abuelo asistira y....me preocupa que algo salga mal - dijo preocupado

- Ya veras que se sentira orgulloso, ademas tambien conocera a nuestro hijo, de seguro lo amara - le dijo convencido

Despues de muchos años, Danzo por fin lo perdono y acepto la relacion que tenia con Deidara, les costo trabajo hacerle entender lo felices que eran, y al final lo consiguieron, Sai no podia ser completamente feliz sin su abuelo, asi que el rubio hizo todo lo posible para que se reconciliaran y la mañana siguiente se verian en la expocision de sus pinturas.