Severin
El profesor de la clase que comparto con Renart, ha faltado. Al fin algo me sale bien. Aunque en realidad no me dura mucho la felicidad, pues Norman viene corriendo como un loco y nos intercepta en el camino. Mierda, faltaba poco y me largaba lejos de estos insoportables.
―¡¡Fiesta en mi mansión con piscina!! ―grita.
―Ah, era eso ―digo sin importancia, entonces me giro para irme―. Ya me voy. ―Doy un paso más, pero soy detenida por la mano de Renart, la cual me agarra el cuello del uniforme―. ¡Ay!
―Vamos a ir ―declara el pelinegro.
Me suelto, me acomodo la chaqueta y me aproximo, molesta.
―¡No! ―expreso en alto―. ¡Tengo cosas que hacer, tengo que aprovechar que no hay clases!
―Somos la pareja más popular de la academia, debemos hacer presencia.
―¡¡Claro!! ―lo alienta Norman―. ¡¡Además, va a ir todo el mundo!!
Bufo.
―Bien ―digo de mala gana.
Me expresé con cierta molestia, pero al llegar, no se ve tan mal la situación. Además, Renart termina acostado en una reposera, sin prestarme atención. Lo que agradezco. Me sentaré al borde de esta pileta y solo me centraré en el sonido del agua.
―Ah, paz mental. ―Suspiro.
―Me alegra no verte tomando. ―Escucho detrás de mí.
Me levanto rápido al ver al pelirrojo.
―¡Stevy! ―Lo reconozco, luego reacciono―. Lo siento, no sé tu nombre, ese lo inventé cuando estaba borracha. ―Río, nerviosa.
―De hecho, el apodo es por mi apellido, soy Stevenson, así que está bien, todos me dicen así.
―Oh, ya veo, me lo aclaraste y me lo olvidé. ―Me doy cuenta―. Lo lamento.
―No te preocupes. ―Hace una pausa―. ¿Y al final encontraste tu cara? ―bromea.
Me río, recordando lo que le dije borracha.
―Dios, qué vergüenza, soy un desastre cuando estoy ebria. ―Muevo un mechón de mis cabellos detrás de mi oreja―. Por cierto, nunca te agradecí por defenderme en el pasillo de todos esos haters.
―Bueno, no estaba yo solo, también vino Jennifer, Mindy y unos más, así que merito mío no es. Los bravucones deberían desaparecer, ¿no crees?
―Toda la razón. ―Nos echamos unas miraditas cómplices.
Bueno, lo admito, me gustan los pelirrojos. Además, fui a pedirle tragos a él a propósito en aquella fiesta. Pude ir con cualquier otro, pero me dirigí hasta Stevy. ¿Sonaré muy obvia si le pregunto su nombre real? Aunque en realidad, olvidé un pequeño detalle.
―¿Y Renart? ―consulta de repente y el sueño de que un chico agradable me hable se esfuma―. ¿Vinieron juntos?
―Lamentablemente.
―¿Disculpa? ―Queda un poco confundido.
―Quiero decir... ―Me río, nerviosa―. La mente de él, no podría venir sin mí, nunca. Siempre vamos juntos a todas partes.
―Se ven muy enamorados. ¿Cuánto llevan de pareja?
―Poco, tan poco, que ya me estoy desenamorando.
Se ríe.
―Qué graciosa.
Le doy un golpecito en el hombro.
―Así soy, amigo.
La próxima vez que me interese en un chico, lo voy a buscar en un sitio alejado de la universidad. Aunque teniendo en cuenta mi apellido, no voy a llegar muy lejos en una relación.
―¿Interrumpo? ―Me agarra un escalofrío a mi espalda.
Me giro, rápido, viendo a Renart, el cual sonríe, muy tranquilo.
―Qué va, hablábamos de ti ―expreso, molesta.
Me agarra del brazo de repente y nos alejamos de Stevy.
―¿Se puede saber qué estás haciendo? ―me recrimina.
―Yo nada, tú ignoraste a una buena persona ―refiriéndome a Stevenson.
Me suelta.
―Yo ignoro a quién se me canta, responde mi pregunta ―exige.
―¿Celoso? ―me burlo.
―En absoluto ―dice serio―. Solo me haces quedar mal.
―¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! ―me quejo―. Ni que lo hubiera besado.
Aunque ganas no me faltaron.
―¿Cómo que "por qué"? ―Frunce el ceño―. Mis amigos me andaban llamando la atención, diciendo que me estaban robando a la novia y que ella le hacía ojitos al estúpido de Stevenson, me hiciste quedar como un cornudo.
―Cornudo tu abuelo.
―¿En serio? ―Enarca una ceja―. ¿Es tu mejor defensa?
―Vine a hacer presencia como querías, ahora quedar bien, ya es otro tema.
―Eso no es parte del trato, se supone que nos tenemos que llevar bien, así es una pareja.
―En realidad no, hay muchas que discuten, pero si lo prefieres así... ―Me aproximo a su rostro, aunque luego lo termino empujando a la pileta―. ¡¡Miren lo bien que nos llevamos!!
De repente, Renart no pierde el tiempo, me agarra el pie y entonces también me tira al agua.
―¡¡Nos llevamos muy bien!! ―Se ríe.
―¡¡Ay, me ahogo, no sé nadar!! ―Lo abrazo, entonces nos hundimos―. ¡¡Ah!! ―grito cuando me empuja al borde.
―¡¡Avisa, estúpida!! ―me recrimina.
―¡¡Me voy a ahogar!! ―sigo gritando y no lo suelto.
―Ya estás a salvo.
Su tono es el habitual, así que reacciono, encontrándome con su cara, entonces hay un gran silencio a nuestro alrededor. Nos miramos muy próximos y me sonrojo, avergonzada, cuando todos pronuncian un largo "uh". Como emocionados, viendo una película romántica.
Por todos los cielos, qué asco, no me shippeen con él.
Imposible, eres la protagonista, hay que shippearte con el protagonista 😂
Saludos, Vivi.
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Tu secreto te condenará #ONC2024
Teen FictionEl chico más popular, descubre el secreto de Severin, y para que él se quede callado, ella deberá aceptar ser su novia. Y así es como un día dejas de pasar desapercibida. Historia participante en Open Novela Contest. Disparador: 123.