Renart
―No te tenía de exhibicionista, primito.
Todo el humor que se expandió al poder ver a Severin, se me esfuma en un santiamén. Frunzo el ceño y me giro a visualizar a Hall. Este debió haberse quedado en casa, adolorido. Pude haberlo golpeado más fuerte, cuando creé la distracción, para el hermano de mi falsa novia, pero no hubiera sido creíble y me hubieran echado la culpa a mí. Ojalá las tácticas de manipulación fueran más fáciles de usar.
Ignoro a mi primo, entonces vuelvo a las gradas, él me sigue de todas maneras. Me pongo una remera limpia, y guardo en la bolsa, la que me quité después de jugar.
―Severin Stillger ―la menciona con el apellido de su madre, así que le vuelvo a prestar atención―. Es tu novia ―afirma.
―¿Para qué negarlo si ya lo averiguaste? ―me limito a decir.
―Es la chica que se fue corriendo, ¿cierto?
Pongo el bolso en mi hombro y sigo mi camino, lo que hace que me siga, sintiéndose triunfador o algo así.
―¿Sabes? ―insiste―. El que calla otorga.
―Felicidades ―acoto.
―Te ama con todos tus defectos, es curioso. ―Hace una pausa―. ¿Cuánto llevan juntos? Nunca me contaste.
―No te importa.
―Claro que interesa, perderás todo si la relación no dura el tiempo que acordamos, ¿ya lo olvidaste? Es un punto muy importante en nuestra apuesta.
Enarco una ceja.
―¿A quién le importa una estúpida apuesta cuando estás enamorado? ―cuestiono, aunque más para mí mismo.
―A ti, cuando esto se volvió algo legal y podrías perder todos tus bienes por un simple juego. Aunque me parece curioso que hagas esa pregunta. ¿Renart Nowell enamorado? Qué gracioso.
―Y patético ―agrego.
―Exacto, al fin hablamos el mismo idioma.
Me detengo, entonces lo observo, fijamente, así que él hace lo mismo. Entrecierro los ojos. Sé que es capaz de cualquier cosa. Me encantaría preguntar por los Wagner, pero eso evidenciaría demasiado a Severin.
―¿A cuántas personas les has arruinado la vida? ―pregunto.
Se carcajea.
―Cálmate. ¿Ahora eres defensor de los pobres e inocentes? Me miras como si quisieras defender a alguien, pero no puedes decir su nombre.
Sé que es más inteligente que yo. Eso siempre me ha generado rabia, pero tampoco soy idiota, así que no va a sacar nada de mi boca.
―Quizás en el tiempo que te fuiste, he cambiado, y ahora soy una buena persona.
Ni yo me lo creo, y él menos, pues se ríe.
―Claro ―expresa con sarcasmo.
Sonrío.
―Escúchame, Hall, pierdes tu tiempo, Severin y yo estamos muy enamorados.
―Me pregunto, ¿quién de los dos terminará la relación? ―se burla―. Antes de apostar en eso también, debo conocerla, pero empiezo a creerte, sin embargo, no sé cuáles son las intenciones de ella. ―Me da dos palmaditas en el hombro―. No te preocupes, primito, lo averiguaré.
Me alejo, molesto.
―No digas bobadas.
―Me parece hasta tierno que te guste. Al fin tienes a alguien, al fin no estás solo, sería muy triste que se rompiera esa burbuja. No te inquietes, te abriré los ojos, si termina siendo ella la que se quiere aprovechar de tu única debilidad.
¿Severin? ¿Aprovecharse? ¡Ja! Este ya acaba de perder.
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Tu secreto te condenará #ONC2024
Teen FictionEl chico más popular, descubre el secreto de Severin, y para que él se quede callado, ella deberá aceptar ser su novia. Y así es como un día dejas de pasar desapercibida. Historia participante en Open Novela Contest. Disparador: 123.