12: Tu trato te beneficiará

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Renart

Severin se encuentra en el vestidor mientras yo observo las redes sociales. Es la segunda vez que venimos a comprarle ropa, aunque esta tienda es más elegante. Necesita un vestido para la reunión que tendremos en unos días. Una de las empresas de papá cumple años, así que lo celebrarán en un gran salón. Es la oportunidad perfecta para que la compañía encuentre más socios y accionistas o quizás para estafar a alguien, lo que ocurra primero.

La hipocresía abunda en mi familia y en los que los rodean.

Como sea, no es importante, tomaré esta oportunidad para presentar a Severin a mis padres. Aunque de seguro con las cámaras ya deben estar al tanto de su existencia. Soy un genio encontrándolas, pero alguna debió habérseme escapado. Nunca lo sabré, aunque nunca les daré el beneficio de pensar que ganaron, ni por un instante.

La bonita chica de cabellos negros, tirando a un brillo azulado particular, sale con su pelo suelto, al fin, mostrándome su vestido rojo. Nuestros ojos se encuentran, entonces me quedo observándola fijo. Me tardo un poco en levantarme del sillón y guardar el móvil para mirarla mejor, luego sonrío, aunque la verdad no pronuncio nada en absoluto.

―¿No vas a opinar? ―pregunta, luego enarca una ceja―. ¿Por qué siempre te quedas viendo como estúpido?

Alzo el dedo índice.

―No, no ―repito―. Como estúpido no, como experto sí.

―¿Experto de qué? Debe ser experto de la estupidez.

―Experto en admirar tu belleza.

Se sonroja.

―¿Por qué estás diciendo eso? ―Se toca el pelo.

―Porque es la verdad, yo no miento. ―Hago una pausa―. Corrección, en realidad, hay veces que sí lo hago, pero esta no es una de ellas.

―No sé cómo sentirme al respecto, eres un superficial... ―Suspira―. ¿Sientes algo por alguien? ―consulta y luego agrega―. Sentimental, por favor.

Me quedo quieto, bastante pensativo, como si me hubieran puesto en frente una ecuación muy difícil, la cual necesitaría días para responder.

―¿Qué es eso? ―me burlo―. ¿Se come?

Le titila un ojo.

―No hace falta que sea una novia, puede ser un sentimiento hacia un familiar o un amigo, cualquier conocido.

Entrecierro los ojos, luego me río.

―¿Para qué querría eso?

―Empezaré a pensar que eres un psicópata. ―Bufa―. Espero que no confieses que apuñalas animales vivos.

―Guácala. ―Hago un gesto de desagrado.

―Olvidé que eras fifi ―se burla.

―No soy fifi, solo soy elegante, y ese vestido es bonito, pero siento que podrías tener uno mejor. ―Me giro y empiezo a avanzar―. Hay que irnos.

―¡¡Espera que me cambie!! ―chilla.

―Quédatelo, ya lo pagué.

―¡¿Ya?! ―Se asombra―. ¡¿Tan rápido?!

Me río ante su reacción, pero prolongo mi caminata, entonces me sigue detrás mientras salimos de la tienda. Busco una boutique mejor, la cual sé que está por aquí. Prosigo, mientras ella continúa a paso lento, atrás de mí.

Tu secreto te condenará #ONC2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora