Los labios de Shane estaban en mi cuello, succionando con suavidad los puntos exactos que me erizaban la piel. Su mano dentro de mis pantalones seguía un ritmo pausado y delicioso que me obligaba a sujetarme de su espalda como si mi vida dependiera de ello. A veces susurraba cosas en francés en mi oído porque sabía lo mucho que eso lograba excitarme y quizá lo habría golpeado si no estuviera perdido en un inmenso mar de placer que desconocía por completo.
Shane y yo decidimos mantener nuestra relación en secreto, al menos hasta que terminara la guerra. Aunque nos importaba un bledo lo que los clanes pensaran al respecto y estábamos seguros de que Loïc nos apoyaría, éramos conscientes de que necesitábamos aliados si queríamos derrotar a Gael y eso sería complicado si los clanes se alejaban debido a nosotros. De alguna forma era más divertido, era emocionante vernos en secreto, mirarnos cuando nadie más se daba cuenta. Vivía por esos roces escondidos, por los murmullos de Shane cuando estaba detrás de mí en algún evento diciendo lo mucho que yo le gustaba, por la forma en que me sonreía en la distancia y por esa merecida sesión de besos que llegaba al final del día, cuando fingíamos ir a dormir en habitaciones diferentes cuyas puertas cerrábamos con seguro antes de escabullirnos a la habitación contigua. No habíamos tenido relaciones sexuales, no en el sentido estricto de la palabra, pero no era necesario porque Shane me enseñó que habían muchas otras cosas para pasar un buen rato y debo admitir que yo era un excelente alumno que estaba aprendiendo con suma rapidez. No pregunté demasiado sobre cómo había obtenido esa experiencia porque quizá había cosas que era mejor dejar en secreto. Aunque la vida sexual de Shane ocurrió mucho antes de conocerme, no era algo que yo quisiera saber.
Tuve que ocultar el rostro entre nosotros para poder ahogar los gemidos que abandonaron mi boca mientras mi cuerpo entero temblaba dejándome flotando en una nube cuando esa maravillosa sensación terminó. Me sentía tan agotado y sumamente relajado que me era imposible mantener los ojos abiertos.
Mi entrenamiento era más estricto ya que yo le había pedido a Gaye que lo hiciéramos por más horas. Después de esa batalla en la que descubrí que era pésimo y que en la guerra final no podría sobrevivir, decidí tomarme mi entrenamiento muy en serio. Eso me dejaba con el cuerpo adolorido y los músculos entumidos hasta que Shane se encargaba de ayudarme con esos masajes maravillosos y efectivos.Sonreí cuando la mano de Shane se colocó en mi mejilla y me obligué a mirarlo por encima del cansancio y el sueño. Él también estaba sonriendo y me pregunté si era posible sentir tal sensación de calidez dentro de mi pecho. Lo amaba de una forma en que no podía explicar, al menos no con palabras. Shane había despertado en mí un sentimiento que no conocía y que ni siquiera creía posible que pudiera existir.
Me recargué en su pecho y no tardó mucho en que el sueño nos venciera a ambos.🥀
Nuestros días comenzaban mucho antes de mi entrenamiento porque Shane y yo debíamos regresar a nuestras respectivas habitaciones para limpiar el desastre que habíamos hecho. Algunas veces creábamos más desastre que usualmente comenzaba con un beso de los buenos días, después un beso de buena suerte durante el día, un beso de extrañaré hacer esto hoy, después un beso de te amo, un beso de te deseo y el resto era inevitable.
La razón por la que no habíamos pasado a tener relaciones de verdad era porque yo no estaba listo y Shane no me presionaba para que lo hiciera, pero cada vez que sus manos me tocaban, cada vez que sus labios recorrían mi piel, me sentía más preparado. Quería que esa primera vez fuera con Shane, pero también quería disfrutarla sin preocuparme de que alguien pudiera entrar y arruinar el momento.
Una noche mientras descansaba junto a Shane, mientras contemplaba su rostro al dormir porque las pesadillas habían disminuido, decidí que lo haría después de la guerra, cuando el reino entero supiera que mi corazón le pertenecía a ese maravilloso Odjur.

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Kensington
FantasyLos Kensington eran el clan de cazadores más grande que había existido. Eran la máxima autoridad que regía al mundo de criaturas mágicas y cazadores, hasta que una noche, debido a una traición, el castillo recibe un ataque y toda la familia real mue...