CAPÍTULO 33 - VULNERABLE

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CAPÍTULO 33 - VULNERABLE

Bell se sentía cansada y adormilada cuando llegaron al frente del edificio residencial Four Seasons. Un chico se hizo cargo de estacionar el vehículo mientras ella solo seguía a Maddox al ascensor después de pasar una elegantísima entrada con sala de espera.

- ¿Pent-house? – preguntó ella al ver el botón que presionó Mad.

- Le pertenece a un amigo y socio mío. Solo nos quedaremos esta noche.

- ¿Dónde iremos después?

- A mi casa en Los Hamptons – ella se estremeció nerviosa, sabía que allí vivía toda la familia de él. – Tranquila, vamos a mi casa de vacaciones personal. No los llevaría con mi madre de buenas a primeras. Sería escandaloso.

Lo vió suspirar cansado. Ella se sentía igual pero sus palabras no la tranquilizaban en nada. No quería regresar a una ciudad que guardaba los horrores de su pasado y niñez.

Tratando de dejar atrás esos viejos recuerdos, se concentró en su hijo y que todo en el estuviera bien. Sin embargo, el pensamiento de Collín vuelto loco por su ausencia la inquietaba mucho. Todo parecía cobrar peso y no sabía cómo afrontar la situación. Apenas percibió las vistas panorámicas cuando llegaron al piso. Obviamente elegante y vanguardista, ostentaba lujo, pero era tanto el cansancio que solo sintió cierto alivio cuando Maddox le señaló el dormitorio en el que dormiría. Evidentemente él no compartiría la habitación con ella esa noche. Entendía el motivo, y por ella lo dejo pasar sin pronunciar una contra. No quería hacer las cosas más difíciles para ambos. Se decía a si misma que ya llegaría el momento para arreglar las cosas y sentarse a hablar con tranquilidad.

- ¿Está bien esta habitación? – preguntó el moreno.

- Sí, está bien.

- Hay batas en el armario que puedes usar para dormir más cómoda.

- Oh, gracias. Voy a acostarlo en la cama. Quiero tomar un baño caliente y dormir.

- Descuida, yo lo miro mientras tanto.

Ella asintió.

Acostó al bebé y puso almohadas alrededor. Le dio una mirada incomoda a Maddox antes de entrar al baño y encerrarse con seguro. Allí sola con el teléfono en la mano no estaba segura de escribirle a Collín, pero no quería que se preocupara, así que al sacar el modo avión le llegaron los mensajes y llamadas, al ver los mensajes Collín volvió a llamar, ella contestó insegura.

- "¿Dónde estás? ¿Estás loca? ¿Por qué no contestas?"

- Estamos bien. Maddox lo sabe...

- "¿Así que te fuiste con él? Es mi hijo, Bel. Y tú mi esposa. No me interesa lo que él piense."

- No puedes evitar que lo quiera... igual nosotros no somos felices, lo nuestro terminó hace mucho tiempo. Tienes amantes y sabes que solo seguíamos juntos por mi madre y la costumbre.

- "La costumbre, dices. No me tomes a la ligera, cariño. Yo siempre te he amado."

- Tu forma de amar no es muy convincente. – Susurró molesta y cansada.

- "Bel, vuelve. Es la ultima vez que lo pido por las buenas."

- No lo haré. Ya pasó el año y no cumpliste tu promesa. Se acabó. Voy a colgar.

- "Estas tomando una mala decisión, mi amor." – amenazó Collín antes de que ella cerrara la llamada.

No pudo evitar volver a derramar lágrimas, estaba asustada pero más grande era el alivio. Al mirar a la puerta le reconfortó saber que Maddox estaba allí con su bebé. Se limpió las lagrimas y suspiró tratando de animarse en la incertidumbre. Porque si Maddox había vuelto, era por que quería darle una oportunidad.

Fascinación - Enamorada de un MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora