CAPITULO 8 - CONFRONTACIÓN
- ¿Estás segura de que quieres ir sola? —le preguntó Leah.
- Sí, estoy segura. Espérame aquí. – Respondió ella queriendo tranquilizar a su amiga.
Bel no se sentía para nada segura, pero creía que tenía que enfrentar sola el hecho de recoger sus cosas de la que había sido su casa por un año.
Le temblaban las manos al ingresar la llave en la cerradura y cuando esta se abrió internamente rogaba por no encontrarse con Collín. No sabía si estaba preparada o no para sus explicaciones. Aun le dolía el pecho al recordarlo en aquel baño.
Con pasos inseguros exploró el vestíbulo y la sala. Todo estaba ordenado, como lo había dejado la última vez que estuvo allí, pero la habitación era una historia diferente. El corazón se le encogió al ver botellas vacías de alcohol y latas de cerveza en el suelo emitiendo un olor nauseabundo a su alrededor. Se apuró a abrir las ventanas para poder respirar sin emborracharse con el olor y con lágrimas acumulándose en sus ojos sacó una maleta del armario seguido de la gran cantidad de ropa que tenía. Tuvo que buscar dos maletas más para poder guardar todo y buscar una caja para meter portarretratos y otros recuerdos que le pertenecían.
No pudo evitar tomar una funda para basura y limpiar la habitación. Se preguntaba si Collín habría podido dormir allí, pero estaba segura de que no y eso le dio un mal presentimiento. Cuidando el no hacer mucho ruido llevó todo el equipaje al vestíbulo antes de darse paso a la habitación de invitados. Al mover la perilla de la puerta suavemente empujó hasta que pudo ver un bulto en la cama a pesar de la oscuridad.
Se quedó quieta muerta de los nervios cuando escuchó unos conocidos ronquidos. Collín debía estar muy borracho o muy cansado para no haberla escuchado, y con una multitud de sentimientos encontrados entró en la habitación y lo observó. En ese momento solo quería saber que sentimientos se agolparían en su corazón al verlo nuevamente después del daño que él le había causado.
Una lágrima resbaló por su mejilla cuando un recuerdo del pasado la golpeó y con rencor siguió mirándolo preguntándose cómo era que no había visto el daño que le estuvo haciendo a su persona. Lo manipulador que podía llegar a ser y todas las veces que le había mentido cuando desaparecía un fin de semana. Todo esto le dio la fuerza que necesitaba para decir adiós y darle la espalda al que había sido su amor, definitivamente.
- Collín. Collín despierta —alzó la voz.
- Hmmm —se quejó su ex.
- Collín —insistió una última vez y funcionó. Collín abrió los ojos y la miró fijamente confundido.
- ¿Estoy soñando? —preguntó a nadie en especial el rubio incorporándose en los codos.
- No. Soy real y quería despedirme, tengo todo listo en la puerta —explicó ella.
- Bel, mi amor... —se incorporó totalmente el rubio para apresarla entre sus brazos. Ella se alejó dando un paso atrás.
- No estoy arrepentida del tiempo que pasamos juntos y espero que cuando deje de doler el daño que me causaste, recordar los buenos momentos que vivimos.
- ¿Ya no me amas? —preguntó Collín con amargura y un poco de pena tuvo por él. Eso le molestaba y la pregunta también.
- Te miro y lo único que siento es rencor, así que creo que no. Me es imposible volver a sentirme de la misma manera que hace un par de días atrás... Traicionaste mi confianza, y echaste a la basura el futuro que creía podríamos tener juntos.
- Y lo siento, lo siento tanto. Por favor, piénsalo, démonos un tiempo, una oportunidad más para superar esto, mi amor. —pedía Collín desesperado tomando sus manos entre las suyas, pero ella solo sentía repulsión por su toque, así que se soltó.
- No. No puedo... —respondió con la voz entrecortada antes de salir corriendo de la habitación.
- Bel —gritó Collín a su espalda— detente. Hablemos.
- No cambiaré de parecer —advirtió ella llegando con las maletas.
- ¿Por qué? ¿Por qué no me das una oportunidad de enmendar mi error? —exigía saber su exnovio poniéndose en su camino frente a la puerta.
- Porque no confió en ti. Perdonar no significa olvidar. ¡¡¡No puedo olvidar verte en ese baño y saber que... Follabas con ella estando yo allí al lado!!! —gritó.
Bel esquivó su mirada cuando las lágrimas comenzaron a rodar sin detenimiento. Se estremeció cuando el pecho desnudo y los brazos de Collín la rodearon en un abrazo. Incomoda lo escuchó.
- Entiendo. Si es lo que quieres no insistiré, pero recuerda que mi casa y mi corazón siempre estarán abiertos para cuando decidas volver.
- No volveré —susurró obstinadamente.
- Eso no lo sabes.
- Tu tampoco —ella se alejó de los brazos de su ex y tomó las maletas. —Ábreme la puerta.
Con un suspiro de resignación su exnovio abrió la puerta para luego tomar las maletas que ella trataba de cargar dejando solo la caja. Bel no insistió y siguió a Collín que iba en un simple bóxer negro exhibiendo su fabuloso cuerpo.
Michael les abrió el maletero de auto y ambos guardaron todo en silencio. Leah y Michael la observaban en silencio desde los asientos delanteros cuando había llegado la hora de decir adiós. Bel simplemente se sentía superada, se iba a meter en el auto cuando Collín tomó su brazo deteniéndola para estamparle un beso en los labios. Estaba abrumada y sorprendida y sin poder detenerlo respondió al beso como era costumbre. Sería el ultimo se prometió a sabiendas que lo extrañaría, al menos mientras se adaptara a su nueva vida sin él.
- Adiós —logró pronunciar cuando se separaron, conmocionada se adentró en el vehículo.
- Ten cuidado —dijo el rubio antes de dar un paso atrás y verla partir. No pudo devolverle la mirada, solo agachó la cabeza y trató de aguantar las lágrimas.
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Fascinación - Enamorada de un Millonario
Romance(Alto contenido sexual y erótico) Belinda vivía la perfección hasta que su novio la engañó. Sintiéndose confundida y sin rumbo confiará en un extraño que es todo lo que una mujer podría desear: Inteligente, enigmático, atento, amable, un poco salvaj...