CAPITULO 6 – PASEO CON ESTILO
Maddox siempre tenía una agenda muy apretada a rebosar de citas de negocios y firmas de contratos. Ese día no había sido diferente, no al menos hasta llegar a casa y encontrar a su invitada luciendo esplendida en un vestido blanco. Lo único que faltaba en ella para terminar de irradiar era osadía. Así que cuando la despidió en compañía de su hermana, en lo único que pensó fue en como seria ver a Belinda siendo osada, sensual y segura de sí misma. Una seguridad que había visto en ella en la fiesta de Collín Knight desde un rincón y en una prudencial distancia. Ahora ella la había perdido y eso le molestaba.
Confiaba en que el tiempo se encargara de sanarle el corazón. Era lo único que en verdad fortalecía el corazón para un nuevo comienzo sin rencores, remordimientos y fantasmas del pasado.
Así que cuando llamó a Belinda jamás espero que su noche terminara con ella manejando su Aston Martín siguiendo sus instrucciones para llegar a destino, un destino que solo un muy cerrado círculo de amistades había tenido el placer de compartir con él. Otro de sus tantos hobbies.
- Vira a la izquierda y sigue esa entrada —guió él. Ella asintió.
Los guardias se acercaron a las ventanillas para identificarlos. Belinda bajó los vidrios de las puertas con celeridad, pero la notó nerviosa.
- Buenas noches Sr. Rocher —se pronunció el guardia jefe inclinándose más más observar a su acompañante — Señorita.
Ella asintió con timidez, eso le divertía.
- Buenas noches, Gordon ¿Está todo listo?
- Sí, Señor. Como lo pidió. Pasé.
Los guardias se alejaron del vehículo mientras él instaba a Belinda a pasar la entrada y seguir conduciendo hasta llegar a la plataforma de vuelo. Al estacionar la instó a bajarse y seguirlo. Ella lo observaba todo el lugar con gran sorpresa. Él simplemente no apartaba la vista de ella, sus expresiones y su cabello ondulándose con el frio viento nocturno.
No tenía malas intenciones con aquella joven, ni mucho menos, pero le con el pasar de los minutos que había pasado con ella al conocerla había descubierto que le encantaba contemplarla, a ella y todas aquellas expresiones que lo enternecían y despertaban su lado protector.
- ¿Vas a pilotear el helicóptero de allí? —le preguntó Belinda sorprendida, confundida, alterada, nerviosa y...emocionada.
- Sí, daremos un paseo por toda la cuidad. Es una fantástica vista. —Gritó él ya que el ruido de las hélices girar era cada vez más fuerte según se acercaba.
- Jamás me he subido a uno— gritó ella en respuesta mientras evitaba que el pelo se le viniera a la cara.
- Eso cambiara ahora.
Sonriendo sostuvo la mano de Belinda y la ayudó a subir al asiento del CH8 —helicóptero —, cuando él estuvo en su respectivo asiento, la ayudó a colocarse los cinturones de seguridad y los audífonos para después hacer lo propio para él mismo. La volteó a mirar después de pedir permiso de vuelo con gran curiosidad.
- ¿No le tienes miedo a las alturas, cierto? —Preguntó viéndola mover las manos con notable nerviosismo sobre las rodillas. No pudo evitar reírse suavemente.
- Te estas burlando... —Gimoteó ella.
- Te aseguro que será un vuelo tranquilo. —Dijo tratando de calmarla.
- Promételo —ella lo miraba fijamente esperando una respuesta sincera.
- Lo prometo. — Repuso acariciando su rodilla, pero al acto ella apartó la pierna haciéndolo consiente de los límites de contacto. —Lo siento.
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Fascinación - Enamorada de un Millonario
Romansa(Alto contenido sexual y erótico) Belinda vivía la perfección hasta que su novio la engañó. Sintiéndose confundida y sin rumbo confiará en un extraño que es todo lo que una mujer podría desear: Inteligente, enigmático, atento, amable, un poco salvaj...
