CAPITULO 24 - GOLPE DE REALIDAD

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CAPITULO 24 – GOLPE DE REALIDAD

- ¿Papá puedo dormir hoy contigo? —preguntó su hijo.

Esa noche cuando había cruzado la puerta no había esperado encontrarse con tremenda sorpresa. Mientras manejaba a casa de su hermana un mensaje en su móvil le había advertido de problemas en casa. Esperando la nueva pataleta de su exmujer con respecto a su ausencia, se quedó paralizado al ver a su pequeño hijo sentado en el sofá, al lado de su madre, con una gran tarrina de helado.

Su hijo había saltado del sofá y corrido a abrazarlo. Al reaccionar lo levantó envolviéndolo en sus brazos porque era lo que más amaba en el mundo.

Después de toda una larga conversación con su pequeño en donde lo ponía al día con todo lo ocurrido en la casa familiar aceptó a acompañarlos a ver la película y comer helado. Estaba feliz por tener a su hijo a su lado, pero eso no disminuía la furia contenida por el peligro que Anne había provocado al traer a su hijo.

- Iré a tu habitación cuando termine de hablar con mamá, y te contaré un cuento.

El niño sonrió satisfecho y corrió escaleras arriba seguido atentamente por su niñera.

Anne se mantuvo tranquila en el sofá, la observó detenidamente dándose cuenta de su vestimenta por primera vez en la noche. Ella llevaba shorts y una camiseta holgada que reconoció como suya. Era la viva imagen de la mujer sencilla e inteligente que antes fue suya. La madre abnegada y la esposa que amaba, pero eso era solo un reflejo del pasado. De antes de que se acabará la fachada de familia feliz y perfecta.

Negó con la cabeza sonriendo por el bizarro pensamiento.

- Lo extrañaba —fue la justificación de su exmujer. Ella le miraba a la defensiva sabiendas de la retórica que vendría.

- Yo lo extraño todos los días, sin embargo, no lo pongo en peligro —respondió inflexible.

- ¿Esperas tenerlo encerrado en esa mansión por el resto de su vida? —la pregunta le pareció una estupidez, pero al verla levantarse tan furiosa como estaba, dejando salir por fin sus emociones, pensó mejor en su respuesta.

- Mientras siga siendo un niño, sí. Es lo mejor para él. ¿Crees que me gusta dejarlo en ese lugar solo porque quisiera hacerte sufrir? Estas muy equivocada.

- Maddox, no es ninguna penitencia vivir en esa mansión mientras pueda estar a su lado, a pesar de las ofensas de tus padres y conocidos. El problema es que todo ese ambiente negativo no es bueno para él.

- ¿A qué te refieres? – Quiso escucharla interesado por saber si algo había ocurrido con su familia y su hijo.

- ¿A qué me refiero? ¿Acaso no sabes cómo se aísla y no mueve un musculo cuando tu madre está cerca de él? Oh, claro que no lo sabrías, vives al otro lado del país como para enterarte de nada.

Ella lo culpó y en verdad él no podía refutar las acusaciones. Si era un padre ausente, pero creía que su hijo estaba bien al lado de su madre y abuelos en la casa donde fue criado, nada le faltaba. Pero al pensar eso se dio cuenta de su error.

En ese momento quiso romper algo porque sabía que ella llevaba razón, y eso lo hacía odiarla más. Le dolía el pecho y le palpitaban los nervios de la cabeza porque al pensar en él perdiendo el tiempo allí cuando podía trabajar donde quisiera, su hijo crecía sin él cerca. Los momentos que pasaban juntos eran muy pocos y pasaban en un parpadeo, solo porque no toleraba estar en ese mausoleo.

- Tienes razón, lo siento. Supongo que un cambio de aire le vendrá bien, y a mí su compañía —acertó a decir con sinceridad.

- Solo quiero que me ayudes a darle una vida un poco más normal —dijo su exmujer un poco más relajada.

Fascinación - Enamorada de un MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora