🕰️Capítulo 16

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Tras la despedida del mayor San optó por levantarse con cuidado de aquel sofa asegurándose de no despertar al menor en el transcurso y una vez de pie, estiró sus brazos entumecidos por el ligero descanso que había tomado, la poca luminosidad que p...

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Tras la despedida del mayor San optó por levantarse con cuidado de aquel sofa asegurándose de no despertar al menor en el transcurso y una vez de pie, estiró sus brazos entumecidos por el ligero descanso que había tomado, la poca luminosidad que propagaba la luna entrando desde algunos espacios entre las cortinas lo ayudo a enfocar la mirada hacia la silueta del chico que descansaba plácidamente, escaneando a éste último de pies a cabeza, podía existir un chico más adorable como el que ahora yacía frente a sus ojos?.

Por supuesto que no.

El mayor se aproximó nuevamente hacia el sofá inclinándose sobre la superficie de ésta para alcanzar las extremidades del rubio forzando una mano por detrás de su espalda y cruzando otro de sus brazos debajo de sus rodillas, sin esfuerzo alguno consiguió cargar al menor de forma nupcial y antes de retirarse permaneció quieto por algunos instantes para acostumbrarse al peso sobre ambos brazos.

Por fortuna, Seonghwa habia dejado la puerta a medio abrir para facilitar la salida del azabache, éste sin dudarlo se alejó de la habitacion cerrando el pórtico con algo de dificultad, caminó con el cuerpo del menor entre sus fornidos brazos vigilando su propio andar entre los pasillos, avanzaba lentamente al notar la soledad en los corredores y debía ser cauteloso o podría encontrarse con cualquiera a dichas horas, mientras trataba de recordar la zona donde se ubicaba la habitación de Wooyoung, este último empezó a quejarse en sueños moviéndose reiteradas veces para encontrar una fuente de calor.

Estaba apunto de despertar al menor sino hasta que fue la misma voz de éste el que hizo frenar cualquier movimiento suyo.

-Sannie?-

Una oleada de calor interno se expandió involuntariamente a cada fibra de su cuerpo, su respiración se volvía discontinua mientras procesaba su propio apodo, su mundo se redujo a él ante aquellas palabras, las mismas que bastaron para deleitar a sus oidos, bajó un poco la mirada para encontrarse con unos ojos somnolientos que lo observaban con dificultad.

-Descuida Woo solo estamos yendo a tu habitación, vuelve a dormir- pronunció en voz baja mientras escondía la cabeza del menor en su cuello arrullandolo con delicadeza, esas cortas palabras bastaron para que el menor se concentrara en dormir otra vez.

Después de un rato fue capaz de controlar sus sentidos para volver a retomar su camino, mientras recorría los pasillos restantes visualizó una vez más el rostro sereno del rubio en sus brazos, nuevamente experimentó la emoción de su propio corazón palpitando aceleradamente contra su pecho, esto definitivamente no era algo que habia tenido la dicha de sentir antes.

-Entonces, ¿Asi es como se siente el amor?- San pronunció.

La verdad que estaba dispuesto a aceptar era que el más bajo había despertado nuevos efectos que jamás imagino sentir algun día, solo Wooyoung tenía aquel majestuoso poder para embelesarlo con una sola mirada suya cuan imán atrayendo al metal, solo bastaría con el más pequeño roze de los dedos contrarios y San estaría mas que encantado de presumirlo a la multitud, era la necesidad de verlo siempre feliz?, o quizas el deseo de protegerlo?, todo sonaba tentador.

𝑻𝒉𝒆 𝑨𝒄𝒂𝒅𝒆𝒎𝒚 - SanwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora