Tantos sitios y solo pocas potencias circulando, en este mundo las Academias son lugares estrictamente cerrados donde solo ciertas personas tienen el privilegio de ingresar, al menos ese es el caso para Dark y Light Academia.
Dos mundos completament...
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La lluvia caía con suma abundancia sobre la tierra humeda, el sonido crispante a causa de los fuertes truenos hacían retumbar las ventanas de aquella sala oscura. La presencia forzosa de dos personas era lo único que llenaba la habitación.
-Entonces qué piensa usted al respecto Señorita Lee?- mencionaba aquel hombre de vestimenta elegante y costosa, aires de petulancia y dominio absoluto con un toque de avaricia total a su alrededor, nada más ni nada menos que el fundador de Dark Academia.
-Permítame ver si entendí, usted cree que es buena idea unir ambas Academias, Estudiantes Dark y Light juntos en un mismo espacio?- preguntaba detenidamente aquella mujer, que a diferencia del hombre vestía con ropa mas casual.
-Piénselo, seria una gran oportunidad para ambos lugares de conocerse mutuamente- insistió el hombre al ver el semblante dudoso de la mujer- Tenemos que olvidar de alguna u otra forma las diferencias, ¿No es así?.
Un suspiro cansado salió de la boca de la contraria sonando más como un quejido dudoso.
-Por qué la decisión tan repentina?- observó fijamente al hombre quién acomodaba sus refinadas prendas.
-Ya se lo he dicho, los chicos tienen que conocerse, los estudiantes Light aprenderán todo lo que hacemos aquí y mis muchachos harán lo mismo- explicó tranquilamente.- incluso a veces es bueno salir un poco de la rutina para no caer en la miseria de tener una vida vacía.
Bueno, había algo de razón en aquellas palabras, quien no tendría un impulso o alguna emoción por conocer cosas nuevas y tratar de experimentarlas, hacer lo mismo llegaba a ser cansado ciertas veces.
- Supongo que tiene usted razón- expresó más convencida la mujer al tomar en cuenta ese pequeño pero muy importante detalle- A mis estudiantes les agradaría la idea de experimentar cosas sumamente nuevas.
Una sonrisa se formó en los labios de aquel hombre como señal de victoria. Como acto seguido se dispuso a rebuscar algo dentro de uno de los cajones conectados con la mesada donde se encontraban consiguiendo sacar un pedazo de papel, mismo que dejo extender sobre la brillante madera barnizada del mueble en dirección a la mujer y fue entonces la lluvia pareció caer ahora con más fuerza haciendo un sonido más estridente a medida que el agua impactaba fuertemente con las paredes ya desgastadas de todo el edificio mientras el sonido estrepitoso de un trueno retumbó a través de las instalaciones.
La mujer miró vacilante entre el papel y la persona al frente suyo, con la mente sosegada debido a las palabras imprudentes brindadas con anterioridad optó por tomar la pluma que reposaba a un costado de la gran mesa para sumergir la misma sobre un frasco de tinta negra, posteriormente realizó un ligero movimiento de mano sobre aquel papel marcando así el fin de su trato, todo estaba hecho, todo había quedado en un pacto donde no habia testigo alguno para presenciar la pesadez de tal artimaña.
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