Capitulo 34: Quiero todo contigo

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Casa Park – domingo en la mañana

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Casa Park – domingo en la mañana

La mañana siguiente del épico, inolvidable y empalagoso cumpleaños de Yunjin se encontraba a Jihyo en el marco de la puerta de su habitación, con bandeja de desayuno en mano y admirando a la mujer que se encontraba en su cama. Ella quiso seguir moviéndose, lo intentó, pero ver a su novia durmiendo, boca abajo, abrazada a la almohada de Jihyo y con su torso desnudo fue demasiado. Tuvo que detenerse y mirar cada parte de su chica para creer que era cierto, que su felicidad tenía una razón de ser, que su corazón latía por alguien que estaba ahí, que ella podía tocar, rozar, besar en cualquier momento. Jihyo ya lo había echo, su mente ya había avanzado al siguiente casillero. Ya no tenía las dudas o inseguridad que uno tiene en los primeros momentos de una relación, Jihyo sabía que esa mujer, esa mujer que ella estaba mirando en este preciso momento, esa mujer era que ella quería a su lado, no por un tiempo, tampoco por el resto de su vida, sino por el resto de la eternidad. Jihyo no quería reencarnar en otra vida sin saber que la azabache iba a aparecer en ella de alguna forma. Si en su otra vida a la morena le tocaba ser planta, T/n tenía que ser su tierra. Si de repente la pica una araña que le da súper poderes y descubre que puede combatir el crimen haciéndose llamar Spiderman, pues entonces la deportista tenía que ser su Mary Jane. El caso es que no le importaba en que, ni como, ni cuando, pero T/n tenía que estar en su vida. Una vida sin su azabache no era vida.

Demás está decir que si su novia se reencarnara en algo, Jihyo estaba segura que iba a ser en orgasmos. La gente de ese momento va a decir "tuve un T/n" o "¡no sabes el multiT/n que me dio!" Porque su chica era jodidamente buena en la cama. Esa noche después de que Jihyo logró convencer a su hija de que no era hora para que su otra madre le enseñara a andar en moto sino que era hora de dormir, la fotógrafa entró a su cuarto y no tuvo ni tiempo de desprenderse un botón. En fin una camisa menos. Pero esta vez no hubo encierros en el baño ni persecuciones por el departamento, Jihyo dejó que la azabache hiciera con ella lo que quisiera, porque sabía que ella iba a hacer con el cuerpo de la basquetbolista lo que ella quisiera, varias veces, incesantemente y con millones de sentimientos de por medio.

Un movimiento en la cama sacó a la morena de sus pensamientos. Jihyo veía como T/n, sin levantar la cabeza de la almohada ni abrir los ojos, buscaba con su brazo izquierdo a la morena palmando el otro lado del colchón. Tratando de hacer el menor ruido posible, dejó la bandeja en uno de los mubles de la habitación y se fue directo a la cama. Así como en Bolivia existe "La ruta del Che", "La ruta Park" es el camino que va a seguir Jihyo, beso por beso, hasta llegar a su perdición. Una vez que estuvo en los pies del mueble, se agacho silenciosamente y dejó un beso sobre el llamado talón de Aquiles de su chica.

- ¡Pero que…!- T/n se asustó y trató de correr su pierna.

- ¡Shhhhh! – la fotógrafa calmaba a su chica mientras sostenía la pierna en su lugar – tranquila pelinegra, que no soy ningún payaso – le dijo no pudiendo evitar que el próximo beso fuera con sonrisa incluida.

Cuando, Dónde Y Como El Amor Quiera | ᴶⁱʰʸᵒ ʸ ᵗᵘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora