[ ꜰ ɪ ɴ ᴀ ʟ ɪ ᴢ ᴀ ᴅ ᴀ ]
Kang T/n es una aclamada jugadora de baloncesto de la liga europea en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en New York sin saber que un encontronazo con una mo...
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A la mañana siguiente
Jihyo llevaba más de media hora de ducha fría, y aún le faltaba tiempo para calmar su cuerpo. Últimamente parecía que todo el mundo se había puesto de acuerdo para que ella y su esposa no pudieran tener relaciones, los días pasaban y pasaban y Jihyo estaba cada vez más antojada de su esposa. Si La morena tenía que ser sincera, tenía que hacerse cargo de la parte de culpa que le tocaba por la discusión previa que había tenido con su mujer, pero el resto era todo culpa de los demás. O Alguna de sus amigas se tiraba a la pileta de bomba justo cuando T/n tenía contra el borde a Jihyo, o Mina hacía algún comentario tipo "¿Dónde están las sexopatas de la casa?" cuando ellas se habían escabullido por algún lugar de la casa. O finalmente las estúpidas historias de terror que se les ocurrió contar en la noche. El caso es que la morena despertó con un hermoso beso que le dio la azabache antes de irse a correr, que la dejo deseosa de más e imposibilitada de seguir durmiendo. En vez de eso, decidió que una buena ducha fría le iba a ser más útil.
- ¡Jihyo! – Mina entraba al baño sin permiso alguno - ¡Jihyo! – algo la estaba alterando.
- ¡Mina! ¡Qué demonios! ¿No conoces el concepto de privacidad? – La fotógrafa asomaba su cabeza por la cortina del baño
- ¡Ya llegaron Jihyo! ¡Ya llegaron! – La japonesa iba de un lado al otro del baño – Mi madre lo sabe todo, tiene un sexto sentido o un tercer ojo o corazonada de madre, no se qué carajo es, pero ya lo sabe – Seguía moviéndose de un lado al otro
- ¿Puedes calmarte y decirme que carajo sabe tu madre? – preguntó la morena desde la ducha
- ¿Acaso no me estás escuchando coreana hueca? Mi madre sabe que estamos tratando de tener otro hijo… Me dijo "hola mi niña" con esa voz de "Sé lo que estás tramando" – me parece que estaba demasiado perseguida.
- ¡MINAAA! – Sana entraba al baño con total impunidad - ¿Cómo se te ocurre dejarme con tu madre y mi madre sola? – En un estado nunca visto la bailarina le ponía las quejas a su esposa – Tu madre me preguntó cómo estaba Mina… me preguntó cómo estaba… sabe algo Mina , tu madre sabe algo – La morena que estaba seca se sentó sobre la tapa del inodoro agarrando su cabeza - ¿Qué vamos a hacer? Se van a enterar y ¡Pum! Chau vacaciones – no era la Sana que todos conocían, estaba abatida – Mi papá va a creer que tu me obligaste a dejar de trabajar, si antes no te quería, ahora menos Mina… menos – Sana había colapsado
- ¿La oyes Jihyo? ¿La oyes? ¡Todo se va a ir al demonio! ¡Al condenado demonio! – por suerte Jihyo aun estaba cuerda
- Nos podemos tranquilizar por el amor a Dios – pidió Jihyo toda enjabonada – No hay nada de que preocuparse, si nos calmamos lo podemos resolver…
- ¡JIHYO! ¡JIHYO! ¡JIHYO! – una voz familiar se sentía cerca - ¡JIHYO! ¡AQUÍ ESTAS! – Rosé hacia su entrada al baño donde ya estaban las otras tres
