Don't Know

433 45 22
                                    

Hace muchos años atrás había una familia de 3 personas, una madre la cual era una mujer un poco bajita pero con tanto amor para dar, un padre de familia alto y rubio que amaba con locura a su hermana esposa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hace muchos años atrás había una familia de 3 personas, una madre la cual era una mujer un poco bajita pero con tanto amor para dar, un padre de familia alto y rubio que amaba con locura a su hermana esposa.

Y por último un niño anillado feliz con su familia y sin ningúna preocupación más que tener un hermanito, pronto esa familia tuvo la noticia de que un nuevo integrante se uniría, un pequeño bebé se formaba en el vientre de aquella mujer.

La montaña rusa parecía nunca tener una bajada, pero un día, el padre enfermo gravemente muriendo a los pocos meses, todos estaban devastados pero nisiquiera pudieron llorar al tener tantas cosas pendientes, al no tener quien proveía el dinero las deudas empezaron a acumularse y más desgracias pasaron.

Pero un día pareció que la vida les volvió a sonreír después de tanto tiempo, la mujer se enamoro de uno de los doctores que atendían a su ex esposo, al igual que ella podía dar tanto amor, ella necesitaba poder tenerlo, necesitaba tanto afecto y cariño que se dejó llevar.

Aquel hombre parecía ser un buen partido, incluso saco de deudas a la familia y estuvo en el parto de su mujer, era como un padre para aquel chico y su hermanito el cual nació sin complicaciones.

Todo era tan feliz hasta que los problemas empezaron, peleas por sospechas que tenía el hombre de infidelidad o por cosas mínimas como si no habían lavado por platos o la ropa, cosas insignificantes.

Los gritos e insultos pasaron a aventones, se arrojaban almohadas, platos una vez fue incluso una navaja pero luego de eso pasaron a los golpes, era normal en esa casa que queo hombre se desahogara golpeando por todos lados a su mujer incluso teniendo la inconsciente.

Con los niños, el solo los encerraba por horas en su habitación sin comer, sin poder ir al baño, sin hacer nada, Saturno solo intentaba calmar a su hermanito el cual solo podía llorar al no entender nada, aquel bebé desde que nació tuvo de las peores familias.

Un día la madre se encontraba sentada en el borde de la cama, sostenía entre sus manos una fotografía desgastada.

Sus ojos, llenos de lágrimas, se posaban en la imagen sonriente que parecía devolverle un destello de los días felices que habían compartido juntos, un suspiro escapó de sus labios mientras se aferraba a la fotografía con desesperación, anhelando la calidez de los abrazos perdidos y las risas compartidas.

Anque su corazón aún latía con el recuerdo de su amado esposo, un profundo vacío se había instalado en su pecho, un vacío que ninguna cantidad de recuerdos podía llenar por completo."Te extraño tanto", murmuró en voz baja, sus palabras apenas audibles en la quietud de la habitación.

La necesidad de sentirse amada y protegida se aferraba a ella como una sombra, envolviéndola en una espiral de anhelo y dolor.

Con manos temblorosas, acarició la fotografía con ternura, deseando que su esposo pudiera regresar y envolverla en sus brazos una vez más.

CabaretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora