Dos gigantes gaseosos tienen tal vez no el mejor encuentro pero si uno que cambia la vida de ambos, en un ambiente lleno de tentaciones y riesgos que podía salir mal.
Advertencias:
✧Los protagonistas se van a tardar en conocer, los primeros capítu...
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Saturno limpiando la barra la verdad que estaba exhausto ya llevaba tres días seguidos cubriendo el turno de Eris en el cabaret y el trabajo era agotador, y la falta de sueño lo estaba matando, no solo el estaba cubriendo a su compañera si no que también en la mañana estaba trabajando en la pastelería y saliendo de ahí todavía debía de terminar su propio trabajo en el cabaret.
Su mente estaba muy preocupada por lo que pasaría en el resto de la noche, desde la mañana y días antes le había mandando mensajes y llamado al teléfono de Eris la cual no contestaba y nisiquiera entraban las llamadas, directamente lo mandaba a buzón de voz, tampoco ninguno de sus compañeros sabía nada de los otros planetoides, el anillado tenía la cabeza agachada mientras murmuraba cosas para si mismo al compas preparaba los utensilios que usaría para servir las bebidas y en un momento los murmullos se empezaron a murmurar en un volumen de voz un poco alto como para que apenas se escucharán las maldiciones que decía.
Se notaba que el planeta estaba bastante molesto y estresado en esos instantes, desde la mañana todo le había salido mal y realmente tenía la esperanza de que nada malo pasara en lo que quedaba de esa noche, tenia algo de miedo pues le llego un mal presentimiento de que algo le iba a ocurrir.
Suspiro cansadamente y al alzar la mirada se encontró sentado frente a el a su amigo Urano, -Hola satu como estás?- el mayor se quedó pálido y paralizado, no por ver a su amigo, más bien el donde lo habia encontrado.
El anillado tenía mucho cuidado para que nadie supiera donde trabajaba ademas de la pastelería ya que al joven le daba mucha vergüenza y pena que supieran que trabajaba en un cabaret, o lo que hacía en uno.
-A...ah Urano que sorpresa c...como es que sabías que estaba, y...ya sabes, aquí, en este lugar en específico?- preguntaba Saturno mientras se apoyaba en la barra poniendo su mano en la mejilla y la otra en su cintura poniendo una sonrisa llena de pena he incomodidad.
Urano lo veía confundido por su comportamiento extraño pero le resto importancia y procedía a responder a la pregunta de su amigo - Bueno pues se que aquí trabajas y necesitaba hablar contigo de algo urgente, para mí je- respondía alegremente, a Urano no le importaba lo que su amigo hiciera en un sitio como ese -Bueno a lo que venía, en unos días será el cumpleaños de un amigo especial y lo harán en este lugar y no conozco a nadie más que tú así que acepte venir a este lugar sin mucha anticipación así que ¡Por favor acompáñame no se cómo interactuar con gente nueva y Nep va a estar ocupado con otra gente y no quiero estar solo!-.
Al oir eso Saturno se pregunto dos cosas, si su jefe le daría permiso para ir a esa fiesta, y como es que su amigo sabía de su trabajo.
-Umh... Urano realmente no creo que pueda acompañarte, tal vez para entregar el regalo pero, nisiquiera tengo esperanza de que me den permiso para faltar sabes? No suelen dar muchos permisos amenos de que alguien te cubra y estamos corto de personal, solo tenemos lo indispensable y poco más- al ver la mirada con ojos llorosos de su amigo, Saturno sintió como si su corazón se derritiera, el mismo se prometió que mínimo intentaría que le dieran el permiso -¿Que día va a ser? Tal vez un compañero me pueda cubrir- decía con una sonrisa leve, a lo que planto una mini esperanza en el contrario - el 23, viernes- con esto solo siguieron hablando hasta que mas clientes empezaron a entrar en el edificio asi que Urano se estaba despidiendo para poder dejar a Saturno seguir con su trabajo
