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— Confianza —

Regresaban de hacer sus compras en aquella tienda especializada en artículos para decoración/remodelación del hogar

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Regresaban de hacer sus compras en aquella tienda especializada en artículos para decoración/remodelación del hogar. JungKook y TaeHyung querían hacer un cambio en los colores de su habitación, y también en la de sus hijos, pues la habitación de EunWoo era muy de un niño de cinco años, según él, aunque para sus padres —incluida su hermana—, se les hiciera muy linda. Y para Myeong-Suk, el de ella era muy de bebé y les pidió a sus papás que la hicieran como la habitación de EunWoo, pero con su película favorita, «Enredados», pintando las luces flotantes.

Por petición de Myeong-Suk y opinión de EunWoo, el de la menor sería el primero en tener el cambio. Por lo que TaeHyung se encargaba de poner plástico en el suelo de la habitación, y JungKook de terminar de despejarla. Abajo dejaron a sus hijos viendo una película.

— Sigo sin saber cómo vamos a lograr pintar eso que quiere lucecita — dijo JungKook con la voz algo cansada, mientras volvía a la habitación.

TaeHyung vio la pared, después a JungKook, y al final a los botes de pintura que tenían.

— No creo que sea tan difícil. Es un dibujo para niños — su tono era relajado.

JungKook estaba seguro de que no podrían con ello, mientras que TaeHyung, sí.

Después de varias horas. TaeHyung bajaba de la escalera que le permitía estar a la altura en la que empezarían a hacerle el dibujo a Myeong-Suk, por tercera vez.

JungKook miraba la pared desde abajo. TaeHyung llegó a su lado. Inclinó su cabeza a un lado, esperando ver mejor su boceto.

— No pensé que sería tan difícil — musitó con un tono rendido.

JungKook se cruzó de brazos, haciendo una mueca.

— Esta vez yo tenía razón — sonrió.

TaeHyung lo miró de reojo, entrecerró sus ojos. Sí, su esposo había ganado esta vez.

— Sí — dijo a regañadientes.

JungKook lo tomó de la cintura y besó sus labios, haciéndolo pasar su enojo.

— No te preocupes, amor. HoSeok está en camino, nos va a ayudar a hacerlo.

TaeHyung asintió cerrando sus ojos. JungKook pensaba que era debido al alivio de que el rubio ya no volvería a subir a esa escalera a dibujar algo y no le gustara al final.

— Quedará mejor si lo hace él — recargó su cabeza en el hombro de JungKook.

— ¿Por qué no hacemos los soles en las paredes restantes? Esos son fáciles con las plantillas que compramos. Los niños pueden ayudarnos — puso su mano sobre la cadera de TaeHyung.

El rubio asintió con una sonrisa. No tardó en alzar la voz para llamar a sus pequeños y volvieran a la habitación. Escuchó sus gritos desde el piso de abajo, diciendo que ya subían, al igual que los pasos y golpeteos en las escaleras de su casa.

Sweet little creatures in one home ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora