❝ ─ ¿Recuerdas que hace mucho te contamos la historia de un príncipe, un mago y un duendecito?
─ Hoy te contaremos la continuación de su historia.
¿Qué pasa después de que TaeHyung encuentra algo que creía perdido?
¿Qué pasa cuando JungKook enfrenta...
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— Uh, uh. ¿Podemos comprar más galletitas, papi? — el pequeño alzó su cabecita. Mirando atentamente a TaeHyung.
JungKook rodó los ojos, divertido. Había olvidado que ya no era él a quien le pedía las cosas, sino a TaeHyung porque era un poco... Más accesible a las peticiones del pequeño. Rio a lo bajo.
— Siempre y cuando no comas demasiadas en un día y lo hagas después de comer bien, cielo — estiró su mano hacia el pequeño, quien la tomó muy feliz al conseguir lo que quería — EunWoo y yo iremos por sus galletas, ¿Myeong-Suk y tú pueden ir a comprar lo demás, cariño?
— Myeong-Suk empieza a ser buena compañera de compras, ¿no es así, cariño? — dio un ligero apretón en su mejilla a la pequeña que tenía frente suyo en su carrito de supermercado, sacándole una risita — Creo que podremos con ello.
— Bien. Vamos, bebé.
TaeHyung y EunWoo caminaron lejos, desapareciendo de la vista del castaño. Que seguía en el mismo pasillo buscando unas cosas que hacían falta.
JungKook iba avanzando por el pasillo, observando la gran variedad de especias que había frente a él, buscando algunas que YoonGi les había recomendado para mejorar sus platillos. La pequeña bebé iba en su carrito, mirando atenta a su papá concentrado. Tenía su boquita abierta.
— Tu tío YoonGi pide cosas muy extrañas y difíciles de encontrar, linda — se quejaba con ella — Podemos quitarle el título del segundo tío favorito por eso, ¿estás de acuerdo? — la bebé solo sonrió — Tomaré eso como un sí.
Pasó varios minutos allí, y al parecer su hijo y su prometido no tenían mucho interés en volver a su lado. Había cambiado a su bebé, ahora la llevaba en sus brazos, y ella muy feliz de estar así con su papá.
Una voz desconocida lo sacó de su mundo de amor con su bebé.
— Hola, guapo — saludó una mujer joven de no más de veintitrés años.
JungKook se giró, sorprendido por la forma en que había sido llamado y por venir de una completa desconocida.
— Amm... Hola — fingió una sonrisa. Volviendo a tener mucho interés en las especias.
— Eres papá de esta bebé hermosa, ¿cierto? Se parecen mucho en los buenos genes. Tan preciosa como lo es su papá.
JungKook tuvo que contener una risotada por el atrevimiento de aquella mujer para decirle cosas así de la nada, como lo era por pensar que era hetero y le devolvería el intento de coqueteo.
El castaño decidió divertirse un momento con aquella situación. Movió a su pequeña en brazos, haciéndola reír.
— Es cierto, todo lo que dices. Es muy hermosa al parecerse a mucho a su papá — acomodó sus ricitos que caían en su frente — Heredó buenos genes.