❝ ─ ¿Recuerdas que hace mucho te contamos la historia de un príncipe, un mago y un duendecito?
─ Hoy te contaremos la continuación de su historia.
¿Qué pasa después de que TaeHyung encuentra algo que creía perdido?
¿Qué pasa cuando JungKook enfrenta...
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Inicio de semana, lunes y por primera vez desde que conoce a SanHa, EunWoo se siente algo nervioso al verlo y tener que sentarse a su lado en clases, estar con él en sus horas libres y receso. Pero ahí está yendo a la escuela, del lado del copiloto. Su papá TaeHyung lo llevaba a la escuela y se percató de ese notorio cambio desde el viernes de la semana pasada. Desde ese día, EunWoo fue un poco más reservado con algunas cosas, y su carita feliz y revoltosa, como siempre, se veía confundida.
EunWoo dejó de lado su mundo de pensamientos sobre qué hacer y cómo actuar con SanHa, para contestarle a su papá.
— Sí, todo bien papá. ¿Por?
— Estás más extraño que de lo normal — le dio une ligera sonrisa — Te he notado algo confundido en estos últimos días y no sé si quieras hablarlo o algo así, sol.
— No, todo va bien, papá. Son los exámenes — todavía no se sentía listo para hablarlo con sus papás. Menos cuando se trataba de algo con su mejor amigo que ellos conocen perfectamente.
— Bien, cielo. Como quieras. Sabes que papá y yo estamos para ti — besó su frente y abrió el seguro de la puerta del auto, permitiéndole salir — Ten un buen día. Te amo, mi cielo.
— Te amo, papá — lo despidió con su mano, forzando una sonrisa.
EunWoo tomó un respiro antes de caminar hacia la entrada principal de la escuela. Claro que estaba extraño y se sentía así por ese beso que tuvo con SanHa. Pensaba que iba a ser algo insignificante, algo entre amigos, pero no que fuese a confundirlo de la forma en que ahora lo está. ¿Por qué lo sintió bien? ¿Por qué lo sintió correcto? ¿Por qué tuvo esa sensación en su estómago que él reconocía como nervios de los buenos?
No sabía qué hacer con SanHa. ¿Tratarlo como siempre? ¿Ignorar aquello? Tenía miedo de arruinar su relación de amigos, tenía miedo de no saber qué es lo que le está pasando.
Cuando menos lo pensó, ya estaba en el salón. Sentado en su lugar. Sus manos juntas en la mesa, esperando la llegada de su profesor. Sus manos estaban frías, y las movía mucho.
Estas empezaron a sudar frío, cuando vio la ya tan reconocida silueta de ese rubio que lo ha acompañado por varios años.
Lo vio muy sonriente llegando a su lado. EunWoo hizo su mejor intento para que todo fuera normal, cuando en su mente tenía un torbellino de pensamientos y emociones.
— Hola, Woo — sonrió depositando un beso en su mejilla. Como lo hace todos los días.
— Hola, Sannie.
— No me hablaste el fin de semana. ¿Todo va bien? Siempre hablamos y no hubo mensaje tuyo, me puse un poco triste — hizo un lindo puchero que le gustó verlo a EunWoo.
