❝ ─ ¿Recuerdas que hace mucho te contamos la historia de un príncipe, un mago y un duendecito?
─ Hoy te contaremos la continuación de su historia.
¿Qué pasa después de que TaeHyung encuentra algo que creía perdido?
¿Qué pasa cuando JungKook enfrenta...
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TaeHyung salteaba la carne en su sartén, casi estaba por terminar el último platillo que él decidió hacer, aparte de la lasaña de JungKook.
La pareja compartía una botella de vino tinto mientras su cena estaba lista. Aprovechando que TaeHyung se encontraba distraído en tener casi a la perfección su platillo. JungKook enrolló sus brazos alrededor de la cintura de su esposo, entrelazándolas en su estómago. Hundiendo su nariz en el hueco de su cuello, aspirando un poco de su olor, provocando en TaeHyung varios escalofríos en su cuerpo.
— ¿Cuánto falta para que esté listo? — preguntó con voz ronca entre la tela de la ropa sobre el hombro de TaeHyung.
— Media hora — susurró.
— Es mucho — se quejó. Causó una sonrisa en TaeHyung — Tengo hambre — se quejó.
El rubio tomó un tenedor de su lado, tomando un poco de su platillo incompleto, dándoselo a probar a su esposo sobre su hombro. JungKook aceptó el bocado, lo saboreó por el tiempo que le fue posible disfrutarlo.
— Delicioso — sonrió — Creo que estás a punto de superarme en la cocina.
TaeHyung alzó una ceja, girando sobre su eje encarando a JungKook.
— Creo que ya te superé en la cocina, cariño — besó cortamente sus labios.
JungKook se quejó a lo bajo, deslizando sus manos alrededor de la cintura de su esposo.
— Sabes la forma de hacerme ceder con todas tus cosas.
— ¿Ah, sí? — preguntó divertido, poniendo sus manos sobre el pecho de su esposo — ¿Cómo?
— Con tus jodidos encantos, Kim — dijo en voz grave — Esos malditos me tienen siempre a tus pies — TaeHyung sonrió de lado antes de besar sus labios profundamente — Son solo para ti, Jeon — sonrió divertido — Ahora, ve poniendo la mesa — dejó otro escaso beso sobre sus labios.
Una canción empezaba a escucharse por toda la casa, una entre tantas de su repertorio en su lista de reproducción.
— No, antes... — sin previo aviso, tiró más de TaeHyung, apegándolo a su pecho — ¿Un baile con su esposo en la cocina?
— Sería un honor.
En ese momento, tanto JungKook como TaeHyung revivieron esos momentos de su noviazgo. Amaban hacerlo de vez en cuando, fingiendo ser novios o los mismos conocidos de ese entonces, permitiéndose sentir esas emociones de nuevo, y, aun así, hacer crecer su amor.
◇◆◇◆◇
JungKook retiraba los platos de la mesa. TaeHyung permanecía sentado, esperado ser acompañado de nuevo en la mesa con otra copa de vino.
Jugaba con el poco líquido que quedaba dentro de su copa, cuando JungKook se acercó a él, poniendo su torso delate suyo para alcanzar su plato. Percibió ese perfume que tanto le gustaba que usara, pero no pensaba decírselo o siempre lo usaría y ya no sería tan exquisito como en esos momentos.
