❝ ─ ¿Recuerdas que hace mucho te contamos la historia de un príncipe, un mago y un duendecito?
─ Hoy te contaremos la continuación de su historia.
¿Qué pasa después de que TaeHyung encuentra algo que creía perdido?
¿Qué pasa cuando JungKook enfrenta...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Preparaban la cena. TaeHyung y JungKook ponían los platos en la mesa, EunWoo ayudaba en llevar los vasos, y Myeong-Suk no bajaba por estar viendo televisión. Sus papás llevaban media hora llamándole, y ella no bajaba.
— ¡Myeong-Suk, ven a cenar! — alzó la voz TaeHyung.
— ¡Ya voy!
— ¡Eso dijiste hace media hora y no bajas! ¡Ya! — habló con un tono más duro. A veces Myeong-Suk era difícil.
EunWoo hizo una mueca. Su papá TaeHyung se estaba enojando. JungKook esperó a que su hija al fin le hiciera caso a su esposo, cosa que no ocurrió. Optó ser él quien la llamara esta vez y le remarcara lo que está haciendo mal. Cuando se trataba de reprender a sus hijos, JungKook era el que mejor podía ocultar por un momento ser el papá lindo y ser severo. Solo si lo necesitaban, como esa vez.
— Myeong-Suk, tu papá te está hablando. Baja, por favor — alzó su voz en ese tono rígido que ya conocía su hijo, hija y esposo.
Tanto EunWoo como TaeHyung compartieron una mirada entre ellos, sabiendo lo que le esperaba a la menor.
Ella bajó. Tenía su ceño fruncido y daba pisotones en las escaleras. JungKook alzó sus cejas al verla así.
— ¿Qué?
TaeHyung optó por volver a la cocina, EunWoo también. JungKook se acercó a la menor, poniéndose delante de ella. Tenía sus manos en su cintura.
— Tu papá te está llamando hace más de media hora para cenar, y no has bajado. Faltas tú para iniciar y no haces caso a lo que te estamos pidiendo, Myeong-Suk.
— Ya bajé — respondió de mala gana — Veía una película.
— Puedes ponerla en pausa.
Tanto TaeHyung como EunWoo escuchaban la discusión.
Myeong-Suk se sentó de mala gana en su lugar de la mesa.
— Papá, no me dejas ver mis películas como yo quiero. Eres malo conmigo. Ya no te quiero.
EunWoo miró de reojo a TaeHyung.
— Muy bien — respondió JungKook indiferente. Por suerte sabía que esas cosas no las decía en serio su hija — No te dejo ver lo que quieres y soy malo — repitió. La menor asintió — Y no me quieres.
— No.
— Que mal. Hoy tenía pesando ver una película todos juntos en nuestra habitación. Una de Disney que tanto les gusta a ustedes, con palomitas y dulces — se encogió de hombros — Pero no me quieres. Ya no estás invitada a eso.
— ¿Qué? No, papá...
— No me quieres — fue a la cocina regresó al comedor — Soy un papá malo. Entonces ya no te voy a aceptar en mi habitación para que lo digas en serio. Ya no va a haber papá que te deje dormir con nosotros cuando hay un monstruo en tu habitación, o cuando no puedes dormir porque tienes frío estando sola. Uy, sí soy un papá muy malo. Tan malo que voy contigo a dormir algunas veces para que se vayan esos monstruos de tu habitación.