❝ ─ ¿Recuerdas que hace mucho te contamos la historia de un príncipe, un mago y un duendecito?
─ Hoy te contaremos la continuación de su historia.
¿Qué pasa después de que TaeHyung encuentra algo que creía perdido?
¿Qué pasa cuando JungKook enfrenta...
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El lloriqueo de la pequeña Myeong-Suk despertó a JungKook por la mañana. Quien se puso de pie para ir a verla y ver qué estaba mal con ella.
— Veamos que tienes, Sukie — dijo entre un bostezo al entrar a la habitación de la bebé — Uh, ya puedo notarlo. Alguien huele mal aquí, cariño. Por suerte papi llegó para que no huelas mal y dejes de llorar, es hora de cambiarte el pañal.
Tomó en brazos a la menor, poniéndola en su cambiador. Unos cuantos minutos de batallas entre ella y JungKook, y estaba limpia, sin oler mal como antes.
— Duerme un poco más, cariño — susurró dándole un besito en su cabecita. Mientras la arrullaba. La pequeña cerraba sus ojitos hasta que por fin se quedó dormida en sus brazos.
El castaño volvió a su habitación. No sin antes ver su celular, viendo notificaciones de NamJoon. Sin dudar, los abrió.
JungKook sonrió inconscientemente con la pregunta por su familia. Por su pequeña y pequeño, al igual que el bienestar de su prometido.
Decidió ser directo con su petición. No quería darle tantas vueltas al asunto.
NamJoon respondió a unos minutos.
El número de NaYeon ya lo tenía. Lo había conseguido y no sabía qué decirle. Cómo hablar con ella y decirle que EunWoo le gustaría conocerla. No sabía siquiera si era buena hora.
Tenía uno de sus dedos sobre el celular, frente a ese número. Sus dedos bailaban sobre la pantalla. Y entonces marcó.
El timbre comenzó a sonar. Un pitido, dos pitidos, tres pitidos... JungKook estaba por colgar cuando escuchó esa voz que hace años no escuchaba.
— ¿Hola?
— ¿Im NaYeon? — habló en un susurro. Sin creer que volvería a hablar con ella.
— Sí, ella habla. ¿Quién es usted?
— ¿Jeon? — JungKook lo dijo más como una pregunta. De verdad no creía que estuviera hablando con ella.
La línea se quedó en silencio por unos segundos. Podía escuchar la respiración agitada de la otra parte de la línea.
— ¿J-JungKook?
— El mismo — suspiró pesadamente.
— Que... Sorpresa tu... Tu llamada.
— Lo sé. Muchos años sin hablar — salió de la habitación y bajó en dirección al jardín trasero. Ocultándose de su pequeño para que no escuchara su conversación — NaYeon, solo llamo para una cosa, y disculpa si soy directo con esto, pero creo que entiendes que sigo sin estar totalmente cómodo para mantener una conversación contigo.
— Sí, lo entiendo.
JungKook pudo notar el cambio de su voz. ¿Acaso era tristeza?
— No te llamé para preguntarte de tu vida y todo ello, aunque espero que estés bien. Hablaba para saber si tú y yo podríamos vernos algún día en algún lugar y hablar de EunWoo. Solo acepta la salida si al menos en algún tiempo cercano o lejano crees poder o querer hablar con él... O verlo y conocerse.
