❝ ─ ¿Recuerdas que hace mucho te contamos la historia de un príncipe, un mago y un duendecito?
─ Hoy te contaremos la continuación de su historia.
¿Qué pasa después de que TaeHyung encuentra algo que creía perdido?
¿Qué pasa cuando JungKook enfrenta...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
JungKook terminaba de verse en el espejo. Acomodando su camisa blanca. Sonriendo a su reflejo. Satisfecho de lo bien que se veía, a pesar de que odiaba vestirse tan formal cuando se trataba de algo fuera del trabajo, pero sabía que a TaeHyung le gustaba verlo así, y también... Porque era una ocasión especial.
Fue al clóset, en busca de algún perfume. Escogiendo también el favorito de TaeHyung en él, que también era el suyo. Se echó un poco. Antes de salir de la habitación que compartía con el rubio, fue al cajón de su mesita de noche.
TaeHyung ya estaba listo en el piso de abajo, esperándolo mientras cuidaba a los pequeños. Con Myeong-Suk en brazos y Woonnie jugando a dar vueltas hasta caerse por estar mareado.
JungKook lo había cuidado cuando TaeHyung se preparaba. Tratando de encargarse de la mayoría de las cosas, como darle el biberón a la pequeña, al igual que su cambio de pañal. Dándole a Woonnie algo con que tener lleno su estómago, al igual que los cambios de ropa y todo lo necesario para facilitarle a sus amigos el encontrar las cosas de la bebé. TaeHyung solo tenía que mantenerlos entretenidos en lo que JungKook se arreglaba.
El castaño siempre quería hacer más cosas, en recompensa a TaeHyung que llevó a la bebé en su vientre y cuidaba de ellos la mayor parte del tiempo en casa, y en la guardería, a la que había regresado hace poco.
JungKook bajó los escalones de la casa. Viendo a TaeHyung riendo por las ocurrencias de EunWoo, y moviéndose de un lado a otro con la bebé en brazos, queriéndola dormir.
— Dame a la pequeña lucecita — susurró. TaeHyung le dio a la bebé. Poniéndose de cuclillas para estar con EunWoo y detenerlo para evitar que cayera una vez más al piso.
— Te vas a caer más fuerte, cielo — hablaba con voz dulce — Trata de girar hasta no sentir que todo se mueve, ¿sí?
— Lo intentaré — dijo el menor antes de volver a dar vueltas.
JungKook negó con la cabeza. Viendo cómo este seguía dando vueltas con un poco más de precaución, y TaeHyung muy atento a cualquier movimiento en falso de parte suya.
— Tus tíos HoSeok y YoonGi te cuidan esta noche, solecito. No lo olvides — habló JungKook.
— Papá y yo llegaremos más tarde a casa — siguió TaeHyung.
— No nos esperes despierto y duerme temprano — hablaron al mismo tiempo.
— ¿Entendiste, vampirito? — JungKook alzó una ceja.
EunWoo dejó de dar vueltas. Tambaleó de un lado a otro, por suerte TaeHyung lo tomó antes de volver a caer.
