❝ ─ ¿Recuerdas que hace mucho te contamos la historia de un príncipe, un mago y un duendecito?
─ Hoy te contaremos la continuación de su historia.
¿Qué pasa después de que TaeHyung encuentra algo que creía perdido?
¿Qué pasa cuando JungKook enfrenta...
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TaeHyung estaba recostado en su cama, con JungKook a un lado suyo, con su cabeza en sus piernas y sus manos sobre su vientre ya un poco más crecido. Hacía movimientos circulares, disfrutando la etapa del embarazo con TaeHyung. EunWoo estaba con ellos, recostado a un lado de TaeHyung, con su cabecita recargada en el pecho del rubio.
Era su noche de películas, igual a cada inicio al fin de semana. Como siempre, EunWoo escogía la película y ambos adultos la veían, terminando, disfrutándola más que el pequeño.
El rubio empezó a sentir un poco de hambre, de algo en especial.
Puso una mano sobre el cabello del castaño mayor, llamando su atención. JungKook sabía el significado de cada caricia que le daba desde que su novio estaba en estado.
— ¿Cuál es el antojo que tienen, amor? — se giró, dejando de ver la película para prestar atención al ojiverde.
TaeHyung apretó sus labios, pasó su lengua por ellos, llevando sus manos a su pequeño vientre.
— Pequeño bebé quiere un poco de chocolate del supermercado que está cerca de la plaza — sonrió.
— ¿Específicamente de ahí? ¿El que siempre comes, pero de ahí? — a veces se sorprendía con los antojos tan especiales.
— Sí, de ahí.
— Pero es el mismo que venden en el supermercado de la vuelta...
— ¿Quieres que pequeño bebé salga con cara de chocolate del supermercado cerca de la plaza? — enarcó una ceja.
JungKook negó lentamente con su cabeza, sonriendo por lo que TaeHyung siempre solía decir para convencerlo últimamente.
— Iré por tu chocolate, amor. Quédate acostado, no tardo — se puso de rodillas en la cama para darle un beso en los labios. Se giró besando la sien del pequeño EunWoo — Cuida de papá, cariño — EunWoo asintió, pegándose más al pecho de TaeHyung. Por último, volvió a TaeHyung, bajando su cabeza hasta su vientre, dando un besito en él — Y tú deja de pedir cosas así, bebé. Papi no puede separarse mucho de papá por consentirlos — habló de forma tierna.
JungKook se sentó en la orilla de la cama, poniéndose los tenis. Iba a salir de la habitación.
— Uh, papi. Yo también quiero uno.
— Cariño, es muy tarde para que comas chocolate. Recuerda que no puedes dormir — aprovechó para ponerse una chaqueta.
— Pero papi Tae va a comer uno, igual bebé — hizo un puchero.
JungKook seguía siendo el mismo padre consentidor de siempre, inclusive un poco más desde que tenía una vida más plena.
— Está bien, pero no comerás todo o después no duermes.
