Riri - Young Miko

15. Partido de Pío.

— Hola, hola — Saludo a Flor Luna, la entrenadora de Pío femenil.

— Hola Riri, ¿Que tal estás? Que bueno tenerte por acá — Me dice dirigiéndose a los vestidores de las chicas.

— Muy bien, con ganas de ver al puro Pinche Pío ganar — Le digo con una sonrisa.

— Ojalá sea así — Dice con una sonrisa — ¿Quieres estar en la banca conmigo?

— ¿Eso se puede? — Pregunto sorprendida.

— Soy la entrenadora, puedo hacer lo que yo quiero — Dice con obviedad y suelto una risita — ¿Vienes?

— Va, va, y si una de las chicas sale, me metes a mi — Bromeó.

— Por supuesto — Sigue la broma.

Llegamos a los vestidores de Pío y me hace una seña para que entre primero.

— ¿Preparadas para ganar y luego ir de fiesta? Pendeja la que diga que no — Digo entrando.

— Riri — Chilla Autero y se me tira encima, abrazándome con fuerza.

— Hola niñita de oro — Digo con cariño abrazándola.

Amaba a las jugadoras de Pío.

— Te he extrañado — Me dice con su cabeza en mi cuello.

Con Carla me llevaba de maravilla, era como mi hermanita menor, ya que era la menor del equipo.

— Ririiii — Saluda Nuria con una sonrisa — Que bueno que ya estés acá.

— Preparada para verlas ganar — Le guiño un ojo.

Saludo al resto del equipo, quedándome por último Mar, la cual me mira con timidez.

— Hola Mar — La saludo con dos besos en la mejilla — ¿Preparada para hoy?

— Preparadisima — Dice con una sonrisa — Me da mucho gusto que estés acá.

— Espero te den ánimos para meter muchos golpes — Bromeó.

— Si meto uno, te lo dedicare — Dice con una sonrisa y quedo paralizada — Por cierto, que bonito sueter.

La puta madre, nada me sale bien.

Aunque Vic estaría sonriendo de satisfacción al oír lo último.

— Oh, eso n.. — Empiezo a decir nerviosa, pero Flor me interrumpe.

— Vamos ya, muchachas, es momento de brillar.

Mar besa mi mejilla con rapidez y sigue a las jugadoras.

— Lo que me faltaba — Murmuró mientras salgo del vestidor.

Antes de entrar al campo para ir al banco, gente del staff me detiene para decirme si quería tirar el dado, lo cual acepte.

Me siento en la banca a un lado de Paula Moreno, ya que el juego ya había empezado.

— Mar está ilusionada por qué estés acá — Me dice la mexicana.

— Ni me lo digas — Me undo en mi asiento — No quiero que se ilusione.

— ¿No te interesa ni un poquito?

— Pau, se que Mar es tu amiga, pero digamos que estoy intentado algo con alguien — Le susurro a ella, la cual me mira sorprendida — No digas nada, por favor.

— No te preocupes, no diré nada — Me tranquiliza con una sonrisa — ¿Es alguien conocido?

Ni quién la tope.