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Elegimos, como lugar de encuentro, la cafetería de los Tweak. No fue difícil planificar el encuentro, lo difícil fue ver a los padres de una víctima y a los padres de un victimario viéndose a los ojos por primera vez en mucho tiempo. Impacta saber que ambos perdieron a un hijo del mismo día.

— Hola. — saludó Thomas. Laura no dijo nada. Los padres de Michael saludaron con cierta bajeza, y posterior escogieron una mesa al lado de la ventana.

La madrastra de Michael miró a la de Craig. Una mujer preciosa, pero con un rostro que mostraba un destrozo enorme. Estaba aferrada al brazo de su esposo como si no confiase en nadie más, y ella la entendió de cierto modo.

— Hola. Laura, ¿No es así? — preguntó la mujer a Laura. Ella asintió, tímida — siento tanto lo que hizo mi hijo, Laura. Se nota que tu hijo era un chico muy especial.

— Ejem. — llamé — señor Tucker, señora Tucker. Señor Rogers, señora Rogers. Quiero que hablen tranquilos, por turnos y como personas. Solo un recordatorio.

Thomas miró a su esposa. La abrazó y habló muy suave, casi imperceptible, para que se atreviese a mirar a los ojos a los padres de Michael.

Pero si bien entendía el punto de Thomas, y es que hablase con quiénes cuidaron a Michael, Laura no tenía fuerzas ni para contestar a la madrastra de Michael.

— Señores, primero que nada. ¿Cómo están llevando esto?

— ¿Qué cosa? — preguntó el papá de Michael. Thomas contestó.

— Lo que hizo su hijo. Si Craig hubiera sido el responsable de acabar con tantas vidas no sería capaz de mirarle a la cara.

La mamá de Michael tragó saliva. Y con fuerzas que sacó de lo más profundo, al lado de su marido, confesó.

— Él es mi hijastro. — confesó la madrastra de Michael — creí conocerlo y lo amé como si fuera mi propio hijo, lo vi crecer desde los pañales, Thomas. Y por más que sé lo que hizo no puedo pensar negativo de él. Nosotros también perdimos a nuestro hijo. Lo que no sabíamos es que lo perdimos mucho antes que ustedes dos. Yo perdí a Mike cuando tenía tan solo diez años... lo crié y me sentí una madre de mierda por haberle dado demasiada libertad. Quizá necesitaba más bien un abrazo.

— ¿No tienen más hijos? — los Rogers negaron. Thomas tragó saliva y se puso en el lugar de ellos.

— Tenemos planeado adoptar y esta vez hacer las cosas bien. — dijo el padre de Michael — entregar todo el amor que Michael necesitó y tenemos para dar a un chiquito que lo necesite. Pero también tenemos ganas de mudarnos a otra zona, como los Testaburger.

Thomas todavía recuerda los gritos de algunos padres.

— ¿Adoptar? — preguntó Laura — ¿No será demasiado pronto?

— El espacio que Michael ocupó nunca lo va a cubrir nadie. De hecho, tenemos pensado en jamas ocultarle sobre Michael. Al fin y al cabo, consideramos que es una víctima más.

— Eso es lo que me choca. No logro comprender el porqué lo consideran una víctima más. Mató a ocho chicos, chicos un año menor que él. Mi hijo nunca se metió con nadie, era un pancito recién horneado. No odiaba a nadie, ese chico sí odiaba a todos.

— Eso queremos decir. Michael no fue para matar en específico a su hijo. Michael fue a sencillamente matar porque odiaba la escuela, odiaba el sistema y odiaba a las personas. Desconozco que pasara algo que desencadenase esto. — explicó la mamá de Michael. Laura aguantó las lágrimas.

— Confieso que quiero perdonarlo. — añadió Thomas — pero hay días donde tanto yo como mi esposa lo odiamos demasiado. Quizá fue nuestra culpa pensar que esa escuela iba a ser la mejor para nuestra familia...

Síndrome del sobreviviente ▸South Park Fanfic◂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora