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Cuando llegué al escenario y cogí el micrófono, la puerta se abrió.
En inicio solo vi a Stan, Bebe, Jimmy y Thomas. Les di una sonrisa. Pero fue cuando Thomas abrió la puerta que realmente caí en el compromiso que tenía en mis manos y el tacto con el que tendría que tocar todo. Mis compañeros de curso, esos a los que he evitado mirar a los ojos durante el último tiempo para no rememorar y no sentirme culpable, estaban ahí, presentes, queriendo escuchar lo que iba a decir.
Todo presente parecía estar orientado a una sola víctima pero apoyando con todo a las otras. Al fin y al cabo, la mayoría nos conocíamos desde pequeños.
Cada uno llevaba un pin con el nombre de algún amigo que haya perdido. Un amor que cruzó barreras tan fuertes y duras como la muerte.
Y ahora ellos estaban para mí. Con la muerte de los ocho chicos aprendimos a buscar palabras con la misma cantidad de letras que sus nombres para resignificar este dolor. Y South Park tiene nueve.
Mi yo de hace unos meses hubiera pensado que esa última letra (si bien es una víctima en cierto sentido) es Michael. Y ahora sé que después de una tragedia hay más víctimas además de las mortales. ¿Qué pasa con aquellos que no soportan la pérdida de su mejor amigo, como Clyde? ¿Aquellos que caen dentro de un pozo y sufren por la sociedad poco empática y que se ensaña tanto como Tweek? ¿Qué pasa con aquellos con los mismos gustos del tirador, como es mi caso? ¿Qué pasa con esos padres sin consuelo que sienten culpa por haber mandado a la escuela a sus hijos? La novena letra es como un plus. Yo estoy ahí. Todo el que se haya sentido traumatizado por esta tragedia evitable está ahí.
Estoy orgullosa de mi escuela y de la gente de mi pueblo. No somos insensibles, solo no sabemos como lidiar con el dolor. Uno tiende a juzgar pero jamás desea estar en nuestro lugar para experimentarlo.
— 13 de agosto. — empecé — no soy la misma persona que era ese 13 de agosto.
Levanté un poco la mirada. Y solo miré los ojos de esas personas tristes y desarmadas en agonía mental que tienen un poco de esperanza en mí. Y retomé, porque lo sentí necesario para dejar todo en claro. Ahora tengo que estar firme, no puedo desmoronarme.
"La industria de las armas factura millones al año. Lo que la gente haga con ellas no es culpa de las empresas, evidentemente. Fueron creadas para, en un inicio, defender y cazar. Como seres civilizados que somos, y por la empatía que decimos tener, hoy digo: Basta.
Es importante que se le de visibilidad a las caras de los fallecidos y no a la cara del asesino. Que si bien existen motivos injustificables y factores que pueden llevar a algo así, es responsabilidad del gobierno regular esos factores y protegernos.
Es una pena que South Park se haya vuelto un lugar recordado porque pasan estas cosas. En el pueblo somos gente trabajadora, patriota, pacífica. Tiene sus cosas bonitas, como sus montañas nevadas o esas pequeñas cosas que hacían y hacen del pueblo lo que es, un agradable lugar.
La empatía de sus jóvenes, la fortaleza de sus mayores y la sabiduría de los que lo sacan adelante.
Y nuestros ocho jóvenes. Solidarios, empáticos, divertidos y tan buenos como los quiero recordar. Esos que son hermano, hijo, primo, amigo, y en mi caso novio. Esos que, no importa si no los llegaste a conocer, te duelen sus muertes y el hecho de que la gente buena muere primero.
Ellos son los que significa este proyecto. Es lo que ellos hubieran deseado y anhelado y de haber vivido, hubieran sido los primeros en reaccionar. "SP". Support. Protect."
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Síndrome del sobreviviente ▸South Park Fanfic◂
FanfictionFanfic sobre Henrietta Biggle. Henrietta sufre de prejuicio social por el acto cometido por su mejor amigo, Michael, hace un año. ▸ Probabilidad de shipps. ▸ Puede diferir un poco del canon original. ▸ También escribo novelas originales, por lo tan...