Síndrome del sobreviviente ▸South Park Fanfic◂

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Si bien Laura era considerada una adulta responsable y con una estricta rutina que en pocas ocasiones se atrevía a romper, nunca se había olvidado de que fue joven y, por lo tanto, de algunos hábitos que se continuaron manteniendo ahora en sus días francos.

El 13 de agosto fue uno de esos días en los que su jefe le dió autorización para descansar. Siendo que se despertó temprano para despedirse de su marido y por segunda vez, cuando escuchó a su hijo Craig entrar en su cuarto.

Lo notó arreglado y bonito, como si fuera a la escuela para hacer algo más que estudiar.

— Perdón, mamá. Pensé que papá no se había ido a trabajar todavía.

— Salió un poco más pronto de lo habitual, hijo. — susurró Laura — ¿Por qué tan bonito, Craig?

— Lo sabrás después de que vuelva de la escuela.

— ¿Y qué quieres comer, tesoro? — le consultó. Craig respondió.

— A Tweek le gusta mucho cuando cocinas pasta. — dijo él — ¿Puedo traerlo después de la escuela?

— Claro, amor. Te espero con un plato de pasta para ti y Tweek.

No se levantó para darle un último beso pese a que Craig si se acercó para hacerlo y, ya habiendo salido de la habitación, lo escuchó hablar con Tricia.

Fue sobre el autobús escolar que él se solía tomar. Tricia, en cambio, se iba caminando porque la escuela no le quedaba tan lejos y normalmente se encontraba con Ike y Karen a unas dos cuadras de su casa. A pesar de la insistencia de su hermana, Craig dijo que tenía que llegar antes que todos para que su plan saliese bien.

Sin embargo, ese día Karen se levantó un poco más tarde y fue cuando el autobús llegó a recoger a Kenny y a Kevin que le pidió a sus hermanos si podía ir con ellos. Eso le dió la posibilidad de encontrarse con varios compañeros de colegio y, entre ellos, a Craig.

Estaba muy sonriente, lo primero que hizo al entrar fue saludar a sus amigos Tolkien y Clyde. Y si bien no pudo escuchar sobre lo que hablaban, solo de a pedacitos, lo vio en extremo contento a diferencia de lo que pasaría momentos después.

Durante el viaje en autobús habló sobre todo con Tolkien. Cuando se enteró de que Tolkien también había muerto, se sintió un poco más calmada con respecto a la familia de los Tucker; ya que sentían que Craig no estaría solo. Pero, pese a ello, no se atrevió a decirles nada durante esas primeras semanas donde todo era incertidumbre.

El hecho de que su hermano del medio acabó en una fosa común y que su hermano mayor estaba al borde de la muerte por los disparos recibidos, la paralizó y causó que su mente entrara en una especie de "modo automático".

Cuando Kevin salió del coma y retomó al hogar, Karen aprovechó para expresarle sus condolencias a Tricia y comentarle la situación.

"Hola, Ruby. Siento tanto no haberme acercado a ti estos días. Quiero que sepas que estoy contigo y con los sentimientos que tu familia están pasando y por mucho más que el simple hecho de que nos pasó algo terrible. También quiero que te enteres que ese día vi a tu hermano muy feliz hablando con su amigo Tolkien que lastimosamente también lo acompañó. Tenía una sonrisa muy bonita. Te mando las fuerzas que ambas necesitaremos para poder lidiar con este dolor."

Cuando Craig nació, sus padres no habían pensado mucho su nombre ya que los nervios de ser padres primerizos los había invadido. Ya habían dado por asumido que jamás serían padres y mucho menos de un niño, entonces, cuando él llegó, sencillamente le pusieron el primer nombre que les surgió en la cabeza.