Título: Dulce reencuentro. Partes: capítulo único y largo para poner historia. Advertencias: ⚠️⚠️⚠️ contenido explícito, lenguaje vulgar y escenas para mayores de +18. Absténgase de leer en caso de no gustarle este contenido. Pedido por: sotaha456 (espero que sea de tu agrado, no suelo hacer este tipo de relato 🥺) Fc: Keira Knightley
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ㅤEL OBJETIVO DE MIHAWK aquella noche era comprobar que tan ciertos eran los rumores sobre ese restaurante flotante. Si eran reales todas aquellas críticas culinarias o se trataban de exageraciones de gente sin criterio, así que allí estaba. Entrando por las puertas abiertas con paso firme, haciendo que el recepcionista se encogiese en su lugar al ver aparecer al temido Señor de la Guerra.
“¿Hay alguna mesa libre?”
El contraste de ese aura amenazante con esos modales refinados lograban aturdir a cualquiera, a veces llegando a aterrorizar aún más. El recepcionista asintió con rapidez, sin ni siquiera mirar la agenda ya planeada. No solo no iba a darle una negativa al mejor espadachín, si no que sabía también que Zeff se enfadaría si le dejaba marchar. Cualquiera de esos dos destinos le resultaba una pesadilla.
“Por favor, sígame.” Reunió el coraje para decir, haciendo un gesto con su mano hacia una de las curvadas escaleras.
Se dirigió hacia la zona de mesas, intentando mantener la calma a pesar de que prácticamente se hizo el silencio cuando los comensales se percataron de la presencia del Señor de la Guerra, miradas sorprendidas e incluso aterrorizadas. Tenía una reputación bastante llamativa como para que alguien no lo conociese, pero a él poco le importaba. Estaba allí para probar el criterio popular en los platos del restaurante, así que eso iba a hacer. El recepcionista le entregó el menú con manos ligeramente temblorosas, y con una pequeña disculpa y un deseo de que disfrutase la velada, prácticamente corrió a las puertas de la cocina, dónde proclamó la llegada del espadachín haciendo que los cocineros se tensaran y Zeff echase un vistazo rápido con el ceño fruncido antes de poner al cargo de los platos que fuese a pedir el moreno a Sanji.
“¿Ha decidido lo que va a pedir?” Una voz suave, juvenil, rompió su cómodo silencio.
Sus fríos ojos dorados se alzaron por encima del menú para ver a un joven rubio con traje oscuro frente a su mesa. Pudo incluso notar como cambiaba el peso de un pie a otro ante la intensa mirada del espadachín, pero estaba tan acostumbrado a ese tipo de reacciones que simplemente lo ignoró. Cerró el menú con aspecto aburrido, tendiéndoselo al chico sin apartar de él la mirada.
“Voy a ser claro, chico. Estoy aquí para evaluar si realmente vuestra comida es aceptable o solo tenéis comensales sin gusto culinario. Así que no quiero nada de la carta, quiero algo que el chef cree, acompañado de vuestro mejor vino.”
