𝐎𝐍𝐄 𝐏𝐈𝐄𝐂𝐄 𝐒𝐓𝐔𝐅𝐅

𝐀𝐍𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐀𝐑𝐘

(Cómo sería vuestro aniversario.)

ㅤ
SANJI
Este pedacito de cielo ni siquiera podría dormir correctamente la noche anterior por los nervios. Había planeado todo un día maravilloso para hacerte feliz tal y como tú lo hacías a él, aprovechando que llegaban a una isla nueva por la mañana.
Te llevó un desayuno especial a la cama tras dejar preparado el de los demás (poniendo celosos tanto a Luffy como a Usopp por no tener un detalle así que les llevó un regaño casi gritado del rubio), te compró flores cuando fueron a pasear por la ciudad de aquella isla primaveral. Realmente no esperaba que saliera tan bien como lo hizo, pero estaba más que satisfecho al ver tu semblante feliz. Casi brillaban corazones en sus pupilas cuando te miraba, tan radiante bajo la luz de la mañana.
Logró preparar un picnic en un campo de flores bajo la sombra de un árbol, rodeados de amapolas rojas como las flores que te había comprado en un puesto pequeño. Allí comísteis mientras él te bañaba en halagos, sintiéndose el mayor afortunado de todo el planeta al tenerte en su vida. Incluso puede que se emocionara un poco cuando le leíste el pequeño discurso que habías escrito en el que expresabas lo feliz que te sentías por haber pasado ese año juntos y que esperabas que fuesen muchos años más.

ZORO
Este espadachín es “don perdí el romanticismo en otra vida”, pero incluso él sabe que un año de relación es algo con lo que conmemorar, sobretodo el hecho de que hayas soportado su carácter tanto tiempo y aún habiendo conocido su peor versión te quedases a su lado.
Pide consejos a sus compañeros de tripulación mientras no estás cerca, aunque no parecen servirle ninguno. Luffy le dice que le regale toneladas de comida (lo cuál descartó de inmediato, pues eso solo le gustaría al chico de goma), Sanji dijo algo realmente bueno pero como vino de él lo descartó al segundo cero, luego estaba Usopp cuya idea ni siquiera entendió, por lo que solo le quedaba Nami (spoiler, ella le dijo que hiciera lo que hiciese ni se le ocurriera gastar SU dinero). Por lo que tuvo que buscar y rebuscar entre sus recuerdos algo mínimamente aceptable que pudiera hacer contigo.
Robó unas cuantas fresas de la cocina con maestría y con esa agilidad que el peliverde tenía con las armas blancas, utilizó un cuchillo afilado para convertir en rosas las fresas. Ni siquiera supo de dónde vino la idea, pero como no tenía dinero para comprarte flores, pensó que te gustaría ese detalle.
Y no mintió. Ver aquellas fresas convertidas de forma tan delicada en rosas te sorprendió cuánto menos. Incluso llegaste a preguntarle si el cocinero le ayudó (cosa que puede que le molestase un poco pero no admitió), y te apenaba la idea de comértelo por lo que él agarró la primera por tí, diciéndote que podría hacerte tantas como quisieras.