𝐎𝐍𝐄 𝐏𝐈𝐄𝐂𝐄 𝐒𝐓𝐔𝐅𝐅

𝐑𝐄𝐂𝐎𝐆𝐍𝐈𝐓𝐈𝐎𝐍

(Cuándo se dieron cuenta de sus sentimientos por tí. Especial San Valentín)

SANJI
Se sintió como un flechazo, amor a primera vista lo llaman cuando te vió. Tal vez era algo que le ocurría muy a menudo, y que a absolutamente nadie le sorprendía, pero día a día se daba cuenta de cuan grande era su cariño por tí. Lo mucho que disfrutaba tu compañía, lo mucho que se deslumbraba con tu sonrisa y tus dulces actos. No se sacaba esa sonrisa tuya de la cabeza. No podía dejar de buscar tu felicidad en la forma en la que cocinaba tus platos favoritos, de darte cuanto podía en forma de flores y regalos bonitos que pensaba que te gustarían, y de ayudarte en todo lo que le alcanzaba como al ponerse delante de un enemigo para que no te tocase.
Se encontraba a sí mismo pensando en tí despierto y dormido, a cualquier hora del día cada día. Fue bastante sencillo para él amarte, la pregunta era, ¿lo amarías tú a él también?

MIHAWK
Como el mejor espadachín y tipo con una habilidad de emociones tan tensa como la cuerda de amarre de un barco, el romance no estaba en sus planes en lo absoluto, y siguió pensando lo mismo al conocerte, como parte de la tripulación del pelirrojo.
No fue hasta tiempo después que tu presencia le resultó “soportable”. Buscaba excusas estúpidas incluso para él para buscar la Red Force y verte, aunque Shanks pensara que quería pasar tiempo fortaleciendo su amistad. Te buscaba con la mirada, preguntando a cualquiera que no fueras tú de qué había de nuevo en tu vida, hasta que se odió a sí mismo por estar comportándose como un mocoso estúpido.
Un día se acercó a tí aprovechando que toda la tripulación había pisado tierra y te pidió ir de paseo junto a él. Pasó toda la mañana contigo y acabó diciéndote, muy a su forma de expresarse, que habían nacido en él sentimientos hacia tí.

BUGGY
Buggy fue probablemente el más evidente en su pequeño enamoramiento. Se sentía como un fan a tu alrededor, halagaba cualquier cosa ínfima que hacía y te miraba con ojos brillantes, como si le hubieras bajado la luna con tus propias manos aunque solo le hubieses estado hablando de ideas para tus números.
Se sentía inseguro en cuánto a su apariencia, miles de pensamientos le inundaban la cabeza sobre como tú nunca ibas a quererlo por aquella horrenda nariz cada vez que quería dar un paso en aquella relación capitán/tripulante.
No fue hasta que vió a algunos de sus nakamas acercarse a tí que vió rojo. No podías estar con nadie, ¡simplemente no podías! Así que dió una excusa tonta para que le siguieras y te besó hasta robarte el aire, demostrando tanto a tí como a sí mismo que sus sentimientos eran genuinos y grandes.

NAMI
Para ella no había nada más que conseguir el dinero suficiente para salvar su pueblo, hasta que el torbellino que era Luffy se presentó queriéndola en su tripulación, encontrándote como un sol de madrugada llenando de luz ese pozo oscuro que todo comenzó a hacérsele un completo lío todo aquello. Intentó ignorarlo para centrarse en su objetivo principal, pero le resultaba complicado no buscarte con la mirada cada vez que te perdía de vista.
Al final, ella misma supo que no podía seguir así, aunque para su suerte pudo lograr por lo que había estado luchando durante tanto tiempo, y, a pesar de la loca tripulación con la que tendría que lidiar a partir de ese día, tenerte a su lado no le resultó tan malo.

ZORO
Se sentía extraño a tu alrededor. No era molestia ni desagrado, pero simplemente no era lo mismo que con los demás nakamas. Era tan extraño que llegaba a darle dolores de cabeza. ¿Qué era aquello que sentía cuando te veía así de feliz? ¿Y el cosquilleo en su estómago cuando era él quien te sacaba la sonrisa? En un principio pensó que estaba enfermo, incluso se alejó de todos incluso de tí, y se dió cuenta de que aquello no servía de nada e incluso le hacía sentir extraño y molesto (más de lo usual).
Se dió cuenta de que cerca de tí se sentía tranquilo, cómodo. Incluso cuando ninguno hablase, compartir espacio resultaba agradable cuando era contigo. Comenzó a acercarse a tí, a ofrecerse como tu compañero cuando había que separarse en grupos y prácticamente te seguía como su sombra. No podía simplemente soportar la idea de que algo te sucediese.
No estaba seguro de saber qué le ocurría, pero no quería separarse de tí ni permitiría que cualquier otro se acercase demasiado.