CONFUSIÓN

15

Abrí mis ojos sin entender que estaba pasando.

Me altere al ver que estaba atada de manos en el living de una casa.

Empecé a gritar con todas mis fuerzas.

--¡Ayuda! ¡Ayuda por favor!

--¡Cierra la puta boca!

Esperen esa voz la conozco.

Me quedé helada al ver a un hombre en la oscuridad, no podía ver su rostro y eso me daba mucho miedo.

--¿Que quieres de mi? Déjame ir-- Intenté safarme del agarre pero no podía.

--Seras mía Sara...

El hombre se acerca a mi.

--¿Nicolás?-- Pregunto al ver el rostro de aquel hombre.

--Te dije que te arrepentirías.

--¿Estás loco? Suéltame ahora mismo Nicolás.

--¡Jamás!

--Por Dios Nicolás ¿Que tienes en la cabeza?

Estoy realmente asustada.

--¡Me engañaste con mi mejor amiga Sara! Eres un puta-- El se agachó a mi altura para intimidarme.

--¡Me enamore Nicolás! Y por algo me enamore de ella... No solo porque es un amor si no porque nuestra relación estaba fallando.

--¿Fallando? ¿De qué hablas?

--Estas loco ¿O no te das cuenta? Me celabas todo el tiempo, no me dejabas salir, me revisabas el celular, te aparecías de la nada en juntadas con amigas... Ni hablemos de las veces que me levantaste la mano.

--¡Yo nunca te pegue!

--¿Ahno? ¿No recuerdas cuando me mandaste al hospital y le mentiste a mi abuela diciéndole que me caí? Idiota-- Solté entre dientes.

Cerré mis ojos al sentir el golpe que recibí en mi mejilla.

Chille del dolor, me ardía demasiado y no pude evitar soltar lágrimas.

--¡Puta asquerosa!-- Sus manos apretan mi cuello dejándome sin aire. Tengo miedo que me mate-- ¡Lesbiana! ¿Con Víctoria? ¿De verdad? De seguro que solo te usa como a todas ... Ilusa.

--Es mi novia-- Susurré debido a que su mano no dejaba que pase el aire a mi cuerpo.

El me soltó se golpe haciéndome chocar contra el piso.

--¡¿Novia?!-- Se da vuelta enojado y patea la silla con toda su bronca-- ¡¿Que tiene ella que yo no tengo?!

Tenía miedo que me mate.

Pero iba a luchar.

--¡Todo lo que tú no tienes!-- Grite con rosas mis fuerzas. El se quedó callado mirándome-- Ella es buena conmigo, me cuida, me ama, me hace sentir la mujer más afortunada del mundo... Ella es el amor de mi vida, no tu... Lo siento, siento mucho que las cosas se hayan dado de esta forma, pero es la realidad Nicolás y tienes que aceptarla.

--¡No quiero!

--¡Pues tendrás que hacerlo!

El decidió irse cerrando la habitación de un portazo.

¿Que está pasando?

Esto es realmente peligroso.

El es peligroso.

Las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, la angustia me carcomía.

Mi bolso con mi celular estaba sobre la mesa. Era imposible de llegar hasta allí estando atada.