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Hoy es nuestra última noche en Europa, ya es hora de volver a casa.

Víctoria aún no sabe de mí embarazo, quiero que sepa de una manera especial.

Por eso estuve preparando una sorpresa.

Vamos a ir a un restaurante a cenar con la excusa de que será nuestra última salida de Vacaciones pero... Prepare una mini caja que lleva mí test de embarazo positivo y una carta con la frase "Mami, estoy en camino"

¿Estoy nerviosa?

Muerta de nervios.

Guarde la pequeña caja en mí cartera y salí del baño para encontrarme con mí esposa lista para salir.

Que hermosa que se veía.

--Mami...-- La rubia me tomo de la mano y me hizo dar una vuelta-- Cada día más enchulada de ti.

--¿Que me queda a mí entonces?-- Mordí mí labio.

--Basta que no vamos a comer a ninguna parte y nos quedamos aquí para chingar hasta que salga el sol--Me tomo de la cintura y me apretó contra ella.

--Aceptaria pero... Hoy es un día importante.

--¿Importante?-- Funcio el ceño-- ¿Porque?

--Ya verás...

--Sara...

--Te lo diré pero no ahora-- Reí.

Salimos del hotel y en auto nos dirigimos hacia el restaurante.

--Buenas noches ¿Reserva?-- Pregunto el recepcionista.

--Si, a nombre de Sara Russo-- Sonreí.

--Claro-- Me busco en la lista-- Adelante...

Corrió su cuerpo para dejarnos pasar.

Caminamos entre todas la mesas hasta llegar a la nuestra.

Mientras esperábamos la comida que habíamos pedido Victoria me contaba entusiasmada acerca de su nuevo disco pero yo no podía escucharla, mí cabeza estaba en otra sintonía. Millones de preocupaciones me inundaban por completo... Sobre todo si estaré a la altura para ser una buena madre.

--No se que piensas...

La voz de Víctoria me saco de mis pensamientos.

--¿Eh?

--Sara no me estás escuchando-- Se cruzo de brazos.

--Lo siento, tengo la cabeza en otra cosa.

--¿Que pasa? Últimamente te veo muy distraída-- Tomo mis manos por encima de la mesa.

--Tengo algo muy importante que contarte...

Victoria iba a hablar pero la camarera dejo la comida sobre la mesa interrumpiendo la conversión.

La chica se quedó parada al lado de la mesa observando a mí esposa con una sonrisa, no se iba y ya había servido la comida.

--Gracias...

--Disculpa, no quiero molestar pero ¿Podríamos sacarnos una foto?

--Claro que si.

Amablemente Victoria se tomó una selfie con la camarera.

--¿En qué estábamos?-- Pregunto una vez que la chica se fue.

--Nada-- Rei tímida.

--¡Ah sí!-- Recordo-- ¿Que es lo importante que debes contarme?

Tomé mi bolso y saque la pequeña caja que estaba dentro de el. No sé pueden imaginar la cantidad de pensamiento que está procesando mi mente ahora mismo. La mirada de mi esposa estaba en mi observando cada movimiento.

CONFUSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora