CONFUSIÓN

21

Me levanté del golpe al escuchar un ruido muy fuerte.

Refregue mis ojos para enfocar la vista, recién me despertaba.

Victoria estaba de espaldas a mi revolviendo toda la habitación del hotel, había tirado mi ropa al piso, movió los sillones, hasta abrió todas mis carteras. Se la notaba demasiado desesperada.

--¿Victoria?

Al escuchar mi voz quedó paralizada y se dió vuelta lentamente.

--Buen día...

--¿Que estás haciendo?

--Oh-- Miro a su alrededor-- Mmmh, perdí mi celular ¿Lo viste?-- Rie nerviosa.

Ya entendí.

Claramente está buscando sus pastillas.

--Esta ahi-- señale la mesa de luz.

--Que cabrona, no lo ví...

Yo asentí haciendo como si nada pasara. Ella no sabe que yo se, solo esperaré a que cuando se sienta cómoda me lo comparta.

--Sara... Debemos hablar.

Ella se acostó a mi lado.

--Vicky...

--Lo siento mucho Sara, siento mucho no haberte creído, fui una tonta-- Las lágrimas no tardaron en aparecer en su rostro, me partía el corazón-- Se que te hice mucho daño, se que rompí nuestra confianza pero quiero que sepas que aún te amo.

--Vic, yo intenté decirte miles de veces y de diferentes formas que celeste buscaba separarnos y así fue... Lo logro. Llore y sufrí mucho tiempo, me costó superarte pero aún así tomo tus disculpas. Me dolió que no me creas, sentí que nuestro amor se derrumbó por una mentira.

--No se derrumbó Sara... Aún te amo.

Los latidos de mi corazón se aceleraron al escuchar esa palabras.

Pero no, no caería de nuevo.

Tengo que ser fuerte.

--Ya está Victoria... Dejemos lo del pasado en el pasado.

--No quiero dejarte en el pasado, quiero que seas mi presente...

No me lo pongas difícil, dios mío.

--No quiero, no quiero salir lastimada de nuevo.

--Entiendo...-- Sollozo-- Lamento mucho haberte hecho daño.

No llores, me partís el alma al medio.

Sin pensarlo dos veces me tire sobre ella para abrazarla. Escondió su rostro en mi pecho para llorar con intensidad mientras mis brazos le daban consuelo.

--Tal vez podemos ser amigas...

Ella se separa de mi para mirarme a la cara.

--¿Cómo dices?-- Limpia sus lágrimas.

--Que podemos ser amigas-- Sonreí.

--¿Amigas?

--Si, amigas-- Acaricie su rostro para limpiar sus lágrimas-- Puedes contarme lo que quieras, como hacen las amigas.

--Claro, amigas...

Entre las dos se formó un silencio algo incómodo.

Por suerte el celular de Victoria interrumpió por completo la situación.

--Ey Mari-- Hablo la rubia al teléfono.

Gracias Mariana.

--Mmmh... Si claro... Estoy con Sara... Claro le diré... Cabron...bye.