Capítulo 40

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(Suly)

Cuando salí de la escuela fui a mi casa a cambiarme, tenía cita esa tarde con la Doctora Palacios.

Como siempre su consultorio me parecía una un lugar...bonito y... cálido...pero en el fondo me asustaba, siempre que entraba ahí me hacía enfrentarme conmigo misma, con mis miedos, con lo que sentía...

Y aunque eso siempre ayudaba, en el momento me hacía sentir muy mal, porque dentro de esas cuatro paredes yo dejaba salir a una Suly que no quería que existiera. La quería dejar bloqueada en mi mente, en mi pasado, en todo lo que pudiera afectarme.

Porque yo no solía demostrar a cualquiera cómo me sentía, de hecho con el único que solía abrirme era con Iván, y en algunas ocasiones de debilidad con Mel, de ahí en fuera ni siquiera Rose y Vianna conocían de mis recaídas, por no hablar de la terapia.

— Me quedé esperándote la última vez...– dijo tan despreocupada como siempre.

¿Es que acaso nunca se enoja por nada?

Pues al parecer no.

— Tuve problemas en casa...

— ¿Qué problemas? – Suspiré y me convencí de contarle, de eso trataba la terapia ¿No?

— Resulta que mi tía Tamara y mi padre tuvieron una relación...amorosa.

Ya le había hablado varias veces de ella por lo que sabía todo lo necesario como para entender a qué se debía el problema y qué tenía que ver eso con mi abuela, mi madre y el hecho de cómo me había sentido siempre.

— Supongo que te enfrentaste a tu mamá... ¿Por eso fueron los problemas?

— Sí me le enfrenté, pero no fue por eso... sino porque quise hablar con ella, tratar de hacerla reaccionar, por Lía, pero ni siquiera me hizo caso, me dijo que yo no era la suficientemente agradecida, que todo era culpa de mi abuela, yo le dije...muchas cosas y...no terminamos bien...

— ¿Muchas cosas? – Preguntó confusa.

— Le dije que mi abuela solo había hecho lo que nunca hizo ella, nos dijimos cosas horribles, le dije que iba a dejar de ser un estorbo...que me iría de la casa después de mi cumpleaños.

— ¿Y lo hiciste? – negué, – ¿Por qué?

— Ellos...se volvieron a ir de viaje, mi padre ya regresó...pero...no tengo a dónde ir...o más bien...bueno, Iván me ofreció quedarme en su casa.

— ¿Piensas aceptar?

— No lo sé...hemos pasado por muchas cosas últimamente y la mayoría no han sido muy bonitas que digamos, no sé si lo mejor sería irme allí, pero está claro que tengo que hacer algo, no puedo quedarme en mi casa...

— ¿Y por qué no te vas a casa de una de tus amigas?

— En casa de Rose es completamente imposible, su madre es una víbora, no me aceptaría; Vianna...irme con ella sería invadir su espacio, ese lugar tan sagrado, ella aún tiene las cosas de Leslie intactas y...

— Suly...no puedes sacar deducciones sin antes preguntar, ya lo hemos hablado, todas estas expectativas de lo que piensa la madre de Rose, de invadir el espacio de Vianna, de si las cosas con Iván no están bien... ¿Por qué no te abres a preguntar, a saber que piensan ellos?

— Hace algún tiempo me enteré de que Iván empezó a salir con Ailen porque yo le gustaba y no se atrevía a decírmelo...– solté sin más, pero ella no se sorprendió para nada.

— Supongo que eso tampoco lo enfrentaste, que tampoco lo hablaste con él...

¿Cómo podía saberlo todo siempre?

Divididos (Parte 1) [Borradores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora