Divididos (Parte 1) [Borradores]

Agradecimientos

Escribir esta historia ha supuesto un gran reto para mí, pero el mayor reto es tratar de plasmar en una hoja el infinito agradecimiento que siento por todas las personas que me han ayudado a hacerlo posible, porque no quiero olvidar a nadie, porque han sido demasiados lo que me han seguido en este largo camino, desde las personas más cercanas, — los que están, los que se marcharon, — hasta esos que solo vi una vez por casualidad, les dije que escribía y me dieron ánimos para que siguiera.

Gracias a cada uno de los lectores de este libro, han ayudado mucho a hacer realidad este sueño y para mí es muy importante que hayan llegado hasta el final igual que lo hice yo.

No olviden que siempre podrán conseguir lo que se propongan, que nunca es tarde para luchar por lo que quieren, siempre habrá alguna persona en el mundo que no te entienda, pero eso no es un motivo para rendirse, porque los sueños sí se hacen realidad, este es el mío.

Gracias a mi abu querida, una de las personas más importantes de mi vida, por inculcarme el gusto por la lectura y la escritura, por respetar mis silencios, por enseñarme todo lo que sé y cuidar siempre de mí, por no insistir en que saliera cuando lo único que quería era estar encerrada en mi habitación escribiendo, por ser mi mayor fan, mi mayor inspiración y la que me motiva a seguir adelante.

Gracias a mi mamá por apoyarme aunque no pudiera leer lo que escribía, por decirme que siempre iba a haber alguien en el mundo como yo, que me entendiera, que compartiera mis sueños, que me apoyara aunque todo parecía una locura, ahora sé que tenía razón.

Gracias a mi papá por buscar criterios y consejos de otros escritores, por apoyarme aunque no siempre estuviera presente, por preocuparse porque fuera feliz haciendo lo que me gusta.

Gracias a Saly, por leer cada una de mis historias, por escuchar mis ideas, por ayudarme a corregir lo que no me convencía, por ser además de mi hermana, mi amiga, por apoyarme para que siguiera mi sueño y no me rindiera.

Gracias a mis abuelos, esto también es para ustedes, un beso enorme hasta el cielo.

Gracias a mis queridas excluidas: a Malena, mi cariñín, gracias por ser mi lectora cero, por ayudarme a mejorar, por llorar conmigo en cada escena, por comprenderme y lanzarte conmigo en mis locuras; a Viengsay, mi corderito querido, por darme ánimos y a pesar de la distancia motivarme a seguir; a Dilean y Leila por escuchar mis ideas durante horas; a Meilin y Thalía por ser de las primeras en ir a leer mis poemas cuando se los conté; a María Karla por impulsarme a seguir, y a todas las demás que aunque la vida haya decidido que no sigamos juntas, tuvieron un papel fundamental en todo esto.

Gracias a mi grupito maravilla: Elianis, Helen, Lilo... Por marcar el preciso momento en que empecé a escribir.

Gracias a Geilyn por animarme y aconsejarme.

Gracias a ese vendedor de libros que me encontré un día en la calle y me hizo plantearme lo que era en ese momento y lo que quería llegar a ser.

Gracias a Lessy y Alanis por siempre estar ahí, con una enorme sonrisa diciendo que sí puedo lograrlo.

Gracias a mis queridos Ananenses.

Y por último y no menos importante, gracias Ernesto, gracias por ser ese maravilloso amigo que eres, después de tanto tiempo sí te cumplí la promesa que te hice alguna vez de mostrar aquella historia que tanto escondía dentro de una cajita, gracias por todo.