Capítulo 10

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(Iván)

<<A veces, el simple hecho de quererse no era suficiente, nosotros éramos el vivo ejemplo de ellos. Fuimos muchas cosas, fuimos ese color de rosas, conque nos pintaron el amor, pero también fuimos sus espinas, fuimos la combinación entre lo que está bien y lo que está mal, fuimos de querernos a olvidarnos en cuestión de segundos, nos dedicamos muchas palabras que fueron sustituidas por eternos silencios, muchas canciones que quedaron en el recuerdo, las miradas que se llevó el viento, fuimos muchas estaciones, muchos momentos, fuimos cómplices, amigos consejeros, y luego solo nos quedó una despedida, triste, pero a tiempo>>

La historia en general era buenísima, y llena de sentimientos, pero precisamente ese fragmento fue el que se me quedó grabado a fuego, me parecía increíblemente bueno.

Y profundo...

Eso era precisamente lo que me gustaba.

Yo era un lector bastante activo, había perdido la cuenta de cuántos libros había leído a lo largo de mi vida, de todos los temas posibles, llenos de clichés o totalmente diferentes, pero lo que me gustaba de la historia de Suly, era su forma de volver intenso y profundo lo que podría parecer aburrido escrito por alguien más, me gustaba su forma de ver la vida y de plasmarlo en un papel, leer lo que escribía era conocerla un poco mejor a ella. Y no era un decir.

Estaba seguro de que "Despedida necesaria" era una historia real, narraba escenarios que yo conocía muy bien, eran parte de su vida, de sus miedos, de lugares muy recónditos de ella, de lo que nunca le había querido contar a nadie, ni siquiera a mí.

Siempre supe que había tenido un amor imposible, el causante de que no creyera en ese sentimiento, de que se rehusara a dejar entrar a nadie a su vida, a pesar de ser su mejor amigo nunca me quiso contar de quién se trataba, es más ni siquiera me había asegurado que fuera cierto, pero yo la conocía, sabía que ese fantasma siempre había estado ahí y ahora comenzaba a sospechar de quién se trataba.

- ¿Pero estás loco? pero si no tienen nada en común - decía Darían mientras se burlaba de mí.

- Si lo piensas bien... no es tan descabellado...- pensaba yo mientras acariciaba a Príncipe.

- Yo lo que pienso es que estás alucinando... y ya suelta a esa bola de pelo - dijo mirando atravesado a mi perro.

- No es una bola de pelo y se llama Príncipe - Protesté.

- Ya debería darlo en adopción - Puse los ojos en blanco.

Seguimos un buen rato discutiendo el tema, definitivamente él nunca iba a entender ese punto de mi vida, por eso terminé dándolo por incorregible, estuvimos hablando varias horas de temas sin importancia, después de que se fuera fui un rato a caminar, aproveché para ir a la pista de patinaje y luego me pasé por la biblioteca, necesitaba algunos libros por la clase de literatura.

Ya cuando regresé a mi casa era bastante tarde, cené con mi abuela y me fui directo a la cama, seguí dándole vueltas un buen rato a mis sospechas, Darián podría decir muchas cosas, pero a mí me seguía dando la impresión de que aunque sea ilógico, aunque él fuera el típico chico malo de los libros y todo lo opuesto a ella, se trataba de Gonzalo.

(Suly)

Ese día, era un poco tarde cuando me desperté, casi no me da tiempo de alistarme para el colegio, lo hice todo apurada y ni siquiera desayuné, ya comería algo después, Vianna estaba esperándome para irnos juntas.

En esa ocasión la noté algo triste, supongo que es debido a que pronto harán 4 años desde que la policía dejó de buscar a Leslie, su hermana.

El accidente fue terrible, ocurrió cuatro veranos atrás, allí murieron su mamá y su novio, a su hermana nunca la encontraron, después de seis meses la dieron por muerta, Leslie era seis años mayor que nosotras, solía llevarnos a pasear, a tomar nuestro helado favorito al parque, era también una hermana para mí, esa que yo pude elegir.

Divididos (Parte 1) [Borradores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora