03 de Abril

372 55 6
                                    

(Esta primera parte del diario se rasgó, dejando sin fecha exacta lo que se escribió. Sin embargo, se piensa que fue escrita durante el vuelo. Exactamente el día en que regresaban a casa, pues ni siquiera se completa la nota.)

¿? Marzo

Estoy tan cansado... Todas esas presentaciones, comidas, pasarelas y sesiones me han dejado exhausto. ¡Y es que no tuvimos ni siquiera un maldito día de descanso! Hasta Andreas, que siempre ha sido el amo de la paciencia, se nota enfadado: responde en tono frío y molesto y últimamente siempre tiene un gesto de fastidio, y no lo culpo. ¿Es que acaso el jefe se cree que somos de piedra para aguantar una jornada tan larga? Joder...

Ahora vamos de regreso. Me asusta un poco el que el avión vuelva a moverse tanto como la vez en que llegamos. Me asusta y me preocupa. 

Toda la noche he estado nervioso, aparte de serio y cansado.

Lo único que me alegra un poco, es la llamada de Anis. Me ha dicho que ya está esperándome en casa, junto con Andy. ¿No es grandioso? Las dos personas que siguen formando parte de mi "nueva familia" siguen estando ahí para mí. También me ha dicho... que Tom siempre me busca. Y que ha peleado con él la semana pasada. No me ha dicho el motivo, pero tuvo que ser algo grave o estúpido para que me lo dijera en tono tan serio.

Me pregunto si Tom estará esperándome también. Me gustaría tanto...


.....

03 de abril.

"Esta fue la última nota que escribiste, Bill. Y me dejaste con la duda. ¿Qué te gustaría? ¿Mantenerme siempre alejado de tu vida sin hablar antes conmigo o hablar y encontrar una razón por la cual regresar a ser lo que éramos?

¿Sabes? Ya han pasado algunos días desde que Andreas y tú están en el hospital. Ria, que salió ilesa del accidente, me ha dado tu diario. Dijo que, lo más correcto, era que yo lo tuviera. Al principio lo rechacé pero, bueno... ya la conoces. Cuando se propone algo, siempre lo logra. Como la vez que me hizo regresar y pedirte perdón para que me dieras una segunda oportunidad...

Comencé a revisarlo... y algo dentro de mí se rompió al leer una a una cada página. ¿En serio te hice sentir tan miserable y acabado? Yo... no tenía idea. Yo creí... que todas esas veces en que me desaparecía te la pasabas de maravilla con alguien más; creí que encontrarías alguna manera de distraerte y olvidarme un poco. Eso creí... porque, ya me conoces: soy un maldito idiota inseguro en todo lo que hago.

Creí que estarías con alguien como Anis.

¿Sabes por qué peleamos? Le escuché hablar con mi hermano por teléfono, invitándolo a esperarte. Me enfadé; de verdad creí que existía algo entre tú y él y fui a encararlo. Él al principio se sonreía (como siempre desde que lo conocí) y me ignoraba, llamándome "idiota" hasta que lo harté. Me tomó por los hombros y me estrelló contra el muro, diciéndome que era un estúpido por creer que tú me engañabas. Me dijo que él ya estaba con alguien; que se había casado hacía unos meses y tú rechazaste la invitación por estar con mi hermano... y conmigo.

Lo siento tanto... lamento haber sido el mayor dolor de cabeza en tu vida; perdóname por no haber podido ver lo mucho que me amabas y por hacerte sufrir y llorar tanto.

Cuando caíste en coma el año pasado, me dijeron que al despertar no recordabas nada de lo que pasó. Para que no pase ésta vez, te diré (o escribiré, en éstos momentos da igual) que el avión se desplomó... y tú llevaste la peor parte. Te encontraron a varios metros del lugar de impacto y, gracias a Dios, entero. No creyeron que sobrevivirías. Tuviste un paro respiratorio apenas llegaste al hospital... y llegaron al extremo de decirle a Gustav que, probablemente, tendría que ir preparando tu funeral.

Afortunadamente sigues aquí, recuperándote.

La primera vez que estuviste en coma, no pude estar todo el tiempo contigo. Ahora será diferente. Me mantendré contigo y, aunque me sienta tonto escribiendo en un diario (nunca he llevado uno ni en el colegio), escribiré cada día, si no te molesta. Creo que... será mejor escribirte todo a decírtelo. Así podrás leerlo cuando despiertes aunque no me encuentres por alguna razón a tu lado. No quiero decir que me vaya a alejar de ti ahora... pero uno nunca sabe.

Me quedaré aquí, contigo. Sólo iré a casa de vez en cuando para darme un baño y cambiar mi ropa. Hablaré contigo aunque sea en murmullos para que nadie más me escuche... porque sé que tú sí lo harás.

Quiero... no. NECESITO que despiertes, Bill. Por favor. Quiero ver una vez más tus ojos castaños tan expresivos; quiero perderme en ellos y que me regalen esas miradas tan tiernas que me dedicabas cuando me veías despertar; quiero escuchar de nuevo tu voz y verte hacer esos pucheros tan dulces que siempre terminaban por cautivarme.

Te necesito aquí, despierto... conmigo.

Tom."

Diario de un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora