29 de Abril

329 51 1
                                    


Mañana regreso al trabajo. ¡No quiero volver! Quiero quedarme en casa... y que Tom me visite a diario y se quede a platicar conmigo todo el día, como hoy. Lástima que eso tampoco se puede.

Hoy me ha dejado un poco triste. Y es que me ha dicho que tiene que regresar a su trabajo mañana. Andy, el chico que aún no sé qué lazos tenga con él, se quedará y me hará compañía; me visitará cada que la escuela lo deje y me mantendrá al tanto de Tom... pero yo lo quiero a él. Quiero a Tom aquí, conmigo.

Me dijo que tenía que regresar al trabajo. Que convencería a sus superiores para que lo transfirieran a la ciudad y así poder estar cerca de mí. Es un gesto tan dulce... ojalá lo logre.

— Si me permites, te llamaré a diario —propuso por último, clavando su mirada triste en mi rostro—. No me llevará más de tres días convencerlos y arreglar todo para poder regresar...
— Más los dos días que te tome ir y volver —suspiré—... no quiero que te vayas. —confesé bajando la mirada, en un murmullo que apenas se escuchó.
— Regresaré pronto. Lo juro —levantó mi rostro tomándome suavemente del mentón, haciéndome sentir de nuevo esa sensación de "dejà vú"—. Además, tienes a Georg, a Gustav, a Andreas y a Andrew para que cuiden de ti y te hagan compañía.
— La compañía que quiero es la tuya —se me quedó viendo con una sonrisa sobre los labios, haciendo que mi gesto se volviera triste. Él era tan lindo... ¿Por qué había perdido los recuerdos que teníamos en común? Apuesto que eran hermosos—. Quiero que te quedes y me ayudes a recordar.
— ¿No crees que es mejor no recordar? —dijo acercándose un poco más, para abrazarme— ¿Por qué quieres recordar ahora?
— Necesito recordar. No me gusta sentir esto. El estar confundido y viviendo en una desesperación y frustración constante, no es lindo. He recuperado algunos recuerdos de Andrew y hasta de esa chica morena... Ria. Pero de ti, nada. Es... como si alguien hubiera borrado todo rastro tuyo de mi memoria y no me gusta. ¿Por qué no puedo recordar nada que tenga que ver contigo?

Suspiró, separándose despacio y respondió con un dejo de tristeza, bajando la mirada unos segundos.

— Tal vez sea mejor así. Tal vez deberías dejar de forzarte a recordar y quedarnos así, ¿no crees?
— Pero yo quiero recordarte.
— ¿No te basta con tenerme aquí? Puede que ahora no sea mucho a como era antes; puede que solo me quede como un buen amigo para ti ahora... pero no me importa —elevó su mirada a mis ojos, dejándome ver que en verdad lo entristecía el hecho de que yo no pudiera recordarlo—. Me conformo con ser "eso" y poder mantenerme cerca.
— Y si decido no recordar... ¿aun así, te quedarás conmigo? ¿En serio?

Asintió, aferrando mis manos entre las suyas.

— Siempre. Tengo que cuidarte y asegurarme que esa sonrisa que tanto me atonta siga en tu rostro a pesar de todo.

Sonreí ampliamente y le abracé de nuevo, suspirando al sentir un beso sobre mi cabeza.

El resto del día nos la pasamos hablando de esto y aquello; hasta que Andrew pasó a recogerlo, diciéndole que tenía una llamada urgente.

Hace unos minutos me llamó para decirme que su viaje se había adelantado. Me invitó a despedirlo al aeropuerto... pero rechacé la invitación. Sale en unas horas y yo no estaré ahí, porque sé... algo me dice que cuando vea el avión elevarse al cielo, lloraré. No sé por qué, pero siento que si lo veo alejarse, lloraré más de lo que lo hago ahora, frente a este diario.

Quizá sea tonto, porque lo "acabo de conocer," pero me duele verlo irse. Sólo me queda esperar su llamada cuando llegue y que cumpla su promesa de que llamará a diario mientras esté lejos.

Yo sé que cumplirá... aunque algo dentro de mí quiera destrozarme las esperanzas diciéndome que soy un idiota por confiar en él... de nuevo.


Diario de un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora