12 de Diciembre

378 55 4
                                    

Hoy es el último día en que Tom esté con nosotros. Al final, se decidió que Andy se quedara conmigo.

No le pregunté nada; no le reproché ni le hice prometer algo.. nada. Me mantuve cerca de él en todo momento: cumpliendo todo lo que quiso. Solamente quería verlo feliz.. que se fuera feliz para que no lamentara nada una vez que abordara su vuelo.

— No debiste. —me dijo Andy una vez que nos quedamos solos en la banca del parque, mientras su hermano iba por unas bebidas al puesto de enfrente.
— ¿Qué cosa? —pregunté sin borrar mi sonrisa tonta del rostro, mientras mis ojos se clavaban en la espalda de Tomi.
— Ni aceptarme contigo ni consentir tanto a Tom.
— ¿Y por qué no? Me gusta que estés conmigo... a menos que ya no te caiga bien... —volteé a verlo. Andy desvió la mirada.
— Me gusta estar contigo... pero sólo te causaré problemas .
— Eso no es cierto. No eres un mal chico —puse la mano sobre su cabeza, alborotando ligeramente su cabello—. Además, me das menos dolores de cabeza que tu hermano. —reí leve, haciéndole sonreír.
— Thomas dice que no sé hacer otra cosa que no sea meterlo en problemas .
— Tal vez lo dice para molestarte. Sabe que eres un chico grandioso.
— Tal vez —suspiró—. Aún así, tampoco debiste consentirlo mucho. No se lo merece.

— Pero.. mañana se va...

— No se lo merece —repitió un poco molesto—. Ni siquiera yo sabía de su transferencia.

No dije nada. Por lo que tenía entendido, nadie lo sabía.

Pasamos el resto de la tarde de un lado a otro. Al anochecer y tras revisar que Andy dormía profundamente en su habitación, Tom y yo nos perdimos entre besos y caricias. Aunque yo no tenía ánimos en un pricipio y solamente quería dormir entre sus brazos, terminó por arrastrarme entre su pasión; me dejé llevar por sus ganas de amamrme y poseerme.

Terminamos con nuestras manos entrelazadas, en silencio; dejando que nuestras miradas se cruzaran y se despidieran, mudas.

Diario de un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora